26/01/2015

Las aplicaciones, en primer plano

Fitosanitarios. La calidad con que se hagan es un tema clave para la eficiencia de acción de los productos. SUPLEMENTO CLARIN

Este es un momento del año en el que la calidad de las aplicaciones agrícolas son decisivas, ya que aumenta la presión de las plagas en soja y también aparecen las enfermedades de fin de ciclo. Todo ello, sin contar el problema de malezas difíciles.
Por eso, un grupo de especialistas en agroaplicaciones dialogaron con Clarín Rural para comentar las fallas más comunes que cometen los productores al aplicar agroquímicos y aportan las soluciones.
Rubén Massaro, extensionista e investigador en protección vegetal del INTA Oliveros (Santa Fe) reúne en cinco puntos las fallas habituales que se comenten cuando se hacen aplicaciones.
“Uno de los errores más importante es la falta de evaluación precisa de las condiciones ambientales”, advierte el investigador. Según él, ésto lleva a otros errores técnicos, los cuales tienen impacto ambiental. “La elección de gotas muy finas, por ejemplo, es un error común cuando las temperaturas ambientales son altas y la humedad relativa es baja. En estos casos, la gota antes de impactar en el cultivo se evapora o se pierde por fuera del blanco de aplicación por acción del viento (deriva)”, alerta el especialista sobre este ambiente crítico y recomienda aplicaciones con gotas de mayor tamaño.
Una idea generalizada -“que es una equivocación”, dice el experto- es usar los tensioactivos como antievaporantes. “Los tensioactivos no cumplen con esa función. Por el contrario, con su efecto ‘aflojan’ las gotas y, de esta manera, aumenta la superficie de contacto en la superficie foliar y es mayor el potencial de que esa gota se termine evaporando”, manifiesta.
Por su parte, Ernesto Maluf, experto en protección vegetal de la Universidad de Lomas de Zamora y especializado en aplicaciones agrícolas, coincide con Massaro en los efectos negativos de la deriva y, además, se refiere a un problema creciente. “Algunos de los aspectos que están bajando la calidad de las aplicaciones en estos últimos tiempos, dado que muchas veces se aplica más de un producto a la vez, es la falta de limpieza y las mezclas de productos en los tanques de las pulverizadoras”, advierte Maluf.
Y agrega: “Aplicar es distinto que pulverizar. Lo primero es un proceso que comienza con una buena limpieza del tanque; lo segundo solo es un acción”. Para una buena limpieza, explica Maluf, es importante el uso de un limpiador industrial que penetre en los microespacios del material del tanque, donde se acumulan los productos.
Para el caso de las mezclas, Maluf recomienda prestar mucha atención a la recomendación del marbete, nunca mezclar los productos puros, guardar un orden para el mezclado de productos (primero, los sólidos, luego los líquidos) y tampoco hacer mezclas con el tanque cargado hasta la mitad, ya que suelen hacerse aplicaciones con el doble de concentración de ingrediente activo.
“Lo aconsejable es hacer un test de compatibilidad de productos en un recipiente adecuado antes de aplicar”, concluye.
Por su parte, las empresas también están atentas a las fallas de campo y decididas a dar soluciones. Julián Etchegoyen, responsable de la línea de coadyuvantes de Rizobacter, explica que los problemas más importantes que detectan en el lote se asocian con la calidad del agua (pH y dureza), evaporación, deriva y limpieza de tanques.
Al respecto, el técnico se focaliza en los más importantes para esta época, la evaporación y la deriva, y recomienda tecnologías de última generación.
“Hay productos para solucionar estos problemas. Para lo primero puede usar, por ejmplo, Rizospray Extremo, un coadyuvante con efecto antievaporante y, para la deriva, la última innovación multipropósito es Silwet DRS60, un reductor de deriva que, además, es superhumectante y penetrante”, finaliza Etchegoyen.