14/03/2016

¿Cuántos verdaderamente hacen análisis de suelo? El dato te va a sorprender

Todo el mundo coincide en que este año se sembrarán más trigo y maíz. También se asume que en ambos, la fertilización juega un papel fundamental. Está más que sabido que para conocer las necesidades de los lotes, es imprescindible un análisis de suelo. Ahora bien: ¿Cuántos lo hacen?. La respuesta quedó al desnudo en la reciente Jornada del ciclo “A Campo Abierto” que la Asociación de Cooperativas Argentinas realizó en la zona de Río Cuarto.

Alrededor de 800 productores, técnicos y jóvenes participaron del encuentro. Recorrieron 9 estaciones, en las cuales no sólo estaban los materiales genéticos de la A.C.A. y el porfolio de productos sino su aplicación conforme a modelos en los que todo se combina pensando en el resultado o las soluciones que servirán al productor, otorgándole mayor sustentabilidad productiva y económica.

Recuperación de los suelos
Se necesita restablecer la reposición de nutrientes. Hay fundadas razones para no demorar esa decisión. En la Estación Nutrición de Cultivos, los Ings. Roberto Rottondaro y Amancay Herrera mostraron un contundente gráfico difundido por la Fundación Producir Conservando, a partir de un diagnóstico realizado por el INTA Balcarce.

El deterioro en la zona pampeana de los niveles de materia orgánica es notoria, al igual que la carencia de un nutriente como el Fósforo. Hace unos años, ese déficit se reducía a una pequeña área: hoy, el mapa se muestra multicoloreado, predominando los colores rojos, anaranjados y amarillos, hasta el centro de las provincias de Córdoba y Santa Fe.

En ese puesto, cuando Roberto y Amancay encuestaban a los productores sobre si estaban familiarizados con la recomendación de hacer frecuentes o cuanto menos periódicos análisis de suelos, “todos levantaban los brazos. Pero a la pregunta de cuántos los hacían, apenas dos o tres de cada grupo asentía: el resto, silencio”, informó Rottondaro.

Conviene tomar nota del dato.

Preparándose para un nuevo ciclo
Reinaban varias certezas: una, que el contexto ha cambiado y con él, el ánimo de los productores; otra, que aparte de la inminente cosecha, hay que irse preparando para la próxima, en la que se espera que sea posible comenzar a superar los déficits que vienen de arrastre, a causa de múltiples medidas que entorpecieron el desarrollo de la agricultura y la ganadería.

El Cr. Víctor Accastello, director de Insumos Agropecuarios e Industrias, comentó que ya se trazan estimaciones para el ciclo 2016/2017: el trigo treparía a una superficie de 5.2 millones de hectáreas y el maíz también avanzaría hacia una superficie similar. En cambio, la soja, achicaría su participación para quedarse en unas 19,5 millones de hectáreas.

Como es mucha la confianza respecto a que esa va a ser la tendencia, de entrada nomas se calcula que se va a recuperar el nivel del paquete tecnológico que va a emplear cada productor. En ese sentido, la utilización de fertilizantes aumentaría en un millón de toneladas, para situarse en 3,5 millones.

Productores-industriales
Al igual que lo visto y oído en la estación Nutrición de Cultivos, resultó muy curioso y risueño que en la Estación de Maíces y Sorgos para Silaje y Forrajes, el Ing. Alfredo González recibiera a cada grupo diciéndoles que “todos ustedes son industriales”. “No, somos productores agropecuarios”, le replicaban de inmediato. Con ese disparador el técnico los rumbeaba hacia el punto que aspiraba que pusieran en foco: con qué cuidado, atención, criterio y conocimiento, se organiza la alimentación de la hacienda.

González los apuraba inquiriéndoles acerca de si se les ocurriría comerse un yogur vencido o un salame pasado, en mal estado. Obviamente, la respuesta unánimemente era “no”. “¿Y entonces, por qué suponen que a las vacas podría gustarle que les dieran una comida que no reúne las condiciones adecuadas?. Su única protesta evidente sería la diarrea que se vería en el corral”, les apuntaba, con la suficiente dosis de humor para que se comprendiera el concepto del que proponía que munirse para, con poco, mejorar los sistemas productivos.

Basten esos dos ejemplos para subrayar la calidad de información en cada Estación y el estilo de transmisión de los técnicos de la A.C.A. o de la Cooperativa COTAGRO, que también se integraron en distintos eslabones para asentar la Jornada también en las realidades zonales.

“Realmente ha sido un jornada excepcional, que ha cumplido los objetivos que la A.C.A. se ha propuesto para que los productores cooperativos tomen un contacto directo con los sistemas productivos que se promueven desde la entidad cooperativa y los avances tecnológicos que se logran o adaptan en su propio ámbito”, evaluó el Secretario de la Asociación, Ing. Agr. Gustavo Rubio.

Anuncios, información y sistemas
A continuación, un punteo de las muchas cosas que se escucharon en la Jornada A Campo Abierto de Río Cuarto:

*Víctor Accastello. Debido a los anegamientos que persisten en muchas zonas y los caminos rurales intransitables, se está previendo que habrá un mayor almacenamiento de granos en silos bolsas a campo. Por eso, se ampliaría en 5.000 plásticos Pentacapa ACA la producción de la planta en la provincia de La Pampa. La fábrica ya produce Pentasilos de hasta 75 metros para grano seco y una versión para forrajes. Originalmente, se proyectaba hacer unos 30.000/35.000 unidades.

*Marco Prenna. En abril habrá anuncios en relación a Ruter, el sistema de desarrollo hiper-precoz del rumen de los terneros. “Ruter marcó un hito en la ganadería argentina y vamos por más”, anticipó el Subgerente de Insumos Agropecuarios. Informó que en la primera semana de septiembre se realizará el 2do. Simposio Valor Ganadero, en Rosario, dónde tuvo lugar la primera edición.

*Leandro Ortis. En la Estación de Trigo hizo hincapié en que será un año para volver a hacer trigos de calidad, porque todo indica que la demanda interna y de exportación los va a privilegiar. La A.C.A. cuenta con variedades que están en la vanguardia para responder a ese requerimiento.

*Sebastián Dedominici. Como otras compañías, también la A.C.A. señala el recrudecimiento del yuyo colorado y en la necesidad de repasar las estrategias para controlar esa maleza y otras igualmente en creciente resistencia o tolerancia a los herbicidas. Hay que rescatar productos que se usaban en las décadas de los 60, 70, 80 y aún entrados los 90.

*Fabián Giraudo. Estaba a cargo de la Estación dedicada a Maní, un cultivo de fuerte inserción en el Sur de Córdoba. Argumentó sobre la conveniencia de asignar algunos lotes a este grano de vasto consumo, porque le otorga un mejor mix económico a la explotación y porque también representa una herramienta para combatir malezas difíciles.

*Fernando Mrozek. En la estación de Maíz se volvieron a exhibir las combinaciones de elección de tecnologías, fertilización y densidad, ajustada a ambientes desde los más hostiles hasta los más favorables. La respuesta –como ya se demostró en Jornadas anteriores- siempre es positiva, con rindes que trepan bien por arriba de los 10.000/12.000/14.000 kilos. La A.C.A. hace punta con varios híbridos. Para cuidar los materiales que apilan eventos que permiten combatir plagas tienen que rigurosamente que hacerse los Refugios, una práctica que corrientemente se está obviando.

*Rubén Borgogno. El actual presidente de COTAGRO es productor agrícola y ganadero. Lleva 10 años empleando el Ruter Cría, el cual le ha permitido que las vacas queden liberadas mucho más temprano que en sistemas convencionales y llegar a índices de preñez que se ubican en un nivel ideal (95 a 97%). Fue un pionero en la utilización de Ruter apenas nacía la versión Cría y se declara “un convencido” de sus beneficios. “Desde hace 10 años, nunca lo dejé de usar y no se me pasa por la cabeza trabajar sin Ruter”, enfatizó.