26/01/2017

Control químico y biológico: un escudo contra las plagas en soja

Chinches, orugas y enfermedades de fin de ciclo, en la mira del programa de defensivos de Dupont. AGROVOZ

La combinación de control químico y biológico en plagas de soja como chinches e isocas ha demostrado ser la tecnología más eficiente y amigable con el ambiente.
Según un informe difundido por Dupont, esta campaña sojera presenta situaciones extremas, fundamentalmente en lo que a clima respecta. Y estos extremos tienen directa consecuencia sobre la presencia de plagas que afectan al cultivo. Así, se ven zonas donde prepondera el complejo de chinches, otras donde es fuerte la presión de orugas y finalmente algunas con mayor incidencia de trips. A esto hay que sumarle la presión de enfermedades en zonas de elevada humedad relativa.
Persistencia
Las chinches, según los principales estudios de monitoreo, se encuentra en umbrales bajos, pero su persistencia en el tiempo dentro del lote genera un daño tan importante como el ocasionado por una fuerte presión de la plaga en un corto lapso. 
En zonas sin excesos de precipitaciones, comienzan a verse adultos de Helicoverpa en trampas de luz, que ante una disminución de las precipitaciones pueden generar un ataque importante. 
Trips
Yendo hacia zonas donde los excesos se transforman en déficit, la presencia de trips es importante, al igual que el daño que ocasionan, especialmente teniendo en cuenta la posibilidad de un crecimiento importante de la planta a partir de un cambio en las condiciones climáticas.
Sumado a esto, actúan las enfermedades de fin de ciclo, que con excesos de humedad relativa ambiente, encuentran las condiciones ideales de desarrollo y proliferación.
Programa Crop Shield
Para ambos, DuPont dio cuenta de su programa Crop Shield y los principios activos de la compañía, que controlan las isocas de lepidópteros, chinches y trips, con una excelente residualidad, sin afectar la fauna benéfica que también ayuda al control. 
Se combina la acción fungicida y un fosfito de cobre que estimula el sistema de defensa de las plantas. Por otra parte, la acción acidificante del fosfito favorece la velocidad de asimilación de los insecticidas para minimizar riesgos de lavado y aumentar la eficiencia de acción de los principios activos.
El programa defensivo ofrecido por Dupont, indicó la compañía, provee al cultivo de soja de un escudo protector de plagas y enfermedades, y brinda a las plantas las mejores condiciones de desarrollo en ambientes de fuerte presión de factores bióticos que condicionan el rendimiento.