01/03/2012

Ambientalistas alertan por variedad de soja

Anteayer, la Presidenta anunció un desarrollo que es más resistente a la sequía y a la sal. Temen que eso extienda aún más la frontera agrícola. LA VOZ DEL INTERIOR

Investigadores de la Universidad Nacional del Litoral (UNL) desarrollaron semillas de trigo, soja y maíz que incrementan su rendimiento aún en condiciones de sequía y salinidad. El anuncio fue hecho el martes por la presidenta Cristina Fernández, pero ayer organizaciones ambientalistas advirtieron que las nuevas variedades podrían hacer avanzar aún más la frontera agrícola sobre tierras hasta ahora no aptas para esos cultivos.

El avance se logró con la modificación de los genomas y el agregado de un gen de girasol. Ya se han desarrollado otras variedades resistentes a sequía, pero en todos los casos anteriores los rendimientos son inferiores al de la planta normal.

“Es seguro que incrementa el rinde entre el 15 y el 30 por ciento, aunque también hay ensayos de campo en los que incrementó rindes al 100 por ciento, sobre todo en maíz y trigo, pero queremos repetir durante varias campañas”, explicó Raquel Chan, investigadora que lidera equipo del Instituto de Agrobiotecnología de Rosario.

De mantenerse los valores de la cosecha 2010/2011 y calculando una mejora del 20 por ciento en el rendimiento y un 5 por ciento de aumento de la superficie cultivable, los beneficios económicos podrían rondar los 10.000 millones de dólares solo en Argentina.

El ministro de Ciencia, Lino Barañao, aseguró que este descubrimiento es clave para enfrentar las necesidades alimentarias futuras de la población mundial. “En 2050, el mundo deberá producir un 70 por ciento más de alimentos y no hay un 70 por ciento más de tierra disponible”, dijo.

Greenpeace advirtió que este nuevo desarrollo podría implicar el fin de los bosques chaqueños. La ONG aseguró que el hallazgo promoverá el desmonte de los últimos bosques chaqueños e impulsará la expansión de la soja hacia nuevas regiones, como la Patagonia.

“Si no se adopta una política que prohíba en forma total los desmontes, esta semilla transgénica implicará el fin de los últimos bosques nativos”, advirtió Hernán Giardini, coordinador de la Campaña de Bosques de Greenpeace.

Alianza con Bioceres

El avance se logró gracias a una alianza entre el Conicet, la UNL y la empresa Bioceres (Grobocopatel), que realizó los ensayos de campo. Falta lograr la habilitación comercial en diferentes países con ayuda de la firma estadounidense Arcadia. Comenzaría a comercializarse en 2014. El Conicet y la UNL recibirán regalías.