18/01/2012

Alzas en Chicago por falta de lluvias en la región

La soja volvió a cerrar por encima de U$S 430 por el clima sudamericano y por mayor demanda china. EL CRONISTA


La soja, el maíz y el trigo arrancaron ayer la semana en Chicago –el lunes fue feriado en EE.UU– con alzas, motorizadas por las tendencias de los mercados financieros, que repuntaron ante los buenos indicadores económicos, además de la preocupación por la continuidad de la sequía en Argentina y Brasil.

Los datos sobre el crecimiento chino –mejor de lo esperado– y buenas perspectivas para Estados Unidos y Alemania impulsaron las plazas bursátiles y tuvieron su correlato inmediato en el segmento de los commodities, dado que las buenas noticias son leídas como posibles indicadores de que la demanda mundial de materias primas también podría ser mejor a lo previsto.

Así, el contrato marzo de soja repuntó 2,1% hasta u$s 434 la tonelada, mientras el maíz y el trigo registraron subas marginales tras las fuertes caídas experimentadas la semana pasada y luego de que el Departamento de Agricultura estadounidense (Usda) minimizara los efectos de la sequía en América del sur sobre la producción total de la cosecha gruesa y afirmara que el stock de maíz y soja estadounidense es mayor al que se había previsto el mes pasado.

En esa retracción de cotizaciones también pesó la perspectiva de una desaceleración en la demanda global de materias primas como consecuencia de la crisis financiera.

Pero, con los datos de ayer, la falta de lluvias en Argentina, Brasil y Paraguay y sus efectos sobre el total de granos disponibles en los próximos meses volvió a preocupar a los inversores y fondos.

Las lluvias de la semana pasada en Argentina no fueron suficientes para revertir los daños que el tiempo muy caluroso y seco hizo sobre el maíz, mientras que para la soja esta semana era clave. En un principio se esperaban algunas lluvias para esta semana, pero los analistas y expertos climáticos descartaron que eso ocurra, al menos hasta el domingo.

Un cuadro similar padecían los cultivos en Brasil, especialmente los estados del sur, y en Paraguay, donde las previsiones de escasas lluvias y temperaturas cercanas a los 40ºC borraban los beneficios dejados por las leves precipitaciones de los días previos.

Según reportes internacionales, la mayoría de los campos sembrados con soja y maíz en los tres países recibieron menos del 50% de la lluvia que normalmente registran entre principios de diciembre y el pasado 12 de enero.