17/12/2012

Una radiografía de la tecnología aplicada en los principales cultivos

Según un informe que toma como base el ciclo 2010/2011, en los seis productos más importantes el 89% de los planteos se manejó con un nivel medio a alto. Por Fernando Bertello | LA NACION

El 89% de los planteos en los seis principales cultivos que produce la Argentina -soja, trigo, maíz, girasol, sorgo y cebada-- se manejan, ponderando las distintas zonas productivas y una treintena de variables por cultivo, con una tecnología que se encuentra en un nivel medio a alto.

El dato es una radiografía de lo que ocurrió con la tecnología en la campaña 2010/2011 con esos cultivos, que involucraron 30,07 millones de hectáreas. La foto forma parte del Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (Retaa), una iniciativa de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires donde intervinieron más de 160 informantes calificados de los más de 1000 colaboradores que posee el habitual panorama agrícola semanal de la entidad. La realización del estudio llevó más de un año de trabajo. Y ya abrió las puertas para que se haga lo mismo con las nuevas campañas.

"El Retaa analizó para 17 zonas del área agrícola nacional el uso de la tecnología en base a tres niveles de adopción: alto, medio y bajo. Para cada cultivo relevado los límites de cada nivel tecnológico estuvieron definidos en base a la utilización de insumos y el manejo agronómico que se hace de esos insumos y del cultivo en su conjunto", explicó Juan Brihet, integrante del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales porteña, que hizo el trabajo junto al Instituto de Estudios Económicos de la entidad.

Brihet y Damián Sammarro, otro integrante del Departamento de Estimaciones Agrícolas, fueron los responsables de presentar el informe el miércoles pasado en la sede de la entidad.

Entre las variables que se consideraron para el relevamiento figuran las que ya conocen productores y técnicos, como tipo de labranza, híbridos, semilla, fertilizante, herbicidas, insecticidas, fungicidas, terápicos de semilla, por ejemplo.

Vale aclarar que como el nivel tecnológico no es igual en todas las regiones, para cada zona se consideró esta realidad particular inherente a cada una de ellas.

Por lo pronto, si bien el nivel tecnológico medio a alto trepa al 89% para los seis principales cultivos, a la hora de segregar los distintos niveles de tecnología resultó que un 47% es alto, un 42% medio y un 11% bajo.

ZONAS Y CULTIVOS

A partir de este relevamiento se pudieron hacer también comparaciones de lo sucedido en las diversas regiones con la tecnología aplicada en los cultivos. Esto más allá de la foto general a nivel país que devuelve la ponderación de las 17 regiones.

"Zonas como la núcleos Norte [sudeste cordobés y de Santa Fe] y Sur [norte bonaerense y el sur de Santa Fe], el centro de Santa Fe y el NOA están por arriba del promedio nacional de 47% de nivel tecnológico alto, considerando la campaña agrícola analizada", indicó Brihet a La Nacion.

En rigor, en la zona núcleo Norte allí el nivel tecnológico alto se ubica en el 51%, mientras que en la núcleo Sur se encuentra en el 71 por ciento.

Por otro lado, el nivel tecnológico bajo se presenta de forma importante en zonas como el sudoeste de Buenos Aires, el centro norte de Córdoba, el NOA y San Luis. Como ejemplo, en el sudoeste bonaerense sólo el 23% del nivel tecnológico es alto, contra un 49% medio y un 28 por ciento alto.

En el centro norte de Córdoba ocurre algo similar. Allí apenas el 22% de los planteos por los seis cultivos es de nivel tecnológico alto, versus 50% medio y 29% bajo.

"Respecto de los niveles medios de tecnología, éstos tienen un mayor peso relativo en zonas como el sur de Córdoba, el norte de Santa Fe y el centro este de Entre Ríos", señaló el técnico.

Un dato: en el norte de Santa Fe el 54% de los cultivos tiene un nivel tecnológico medio.

Además de lo que pasa en cada zona, el trabajo hizo también un análisis de lo que sucede con la tecnología cultivo por cultivo a nivel país.

"Se observa que cultivos como el maíz y la cebada presentaron mayoritariamente niveles altos de tecnología aplicada, mientras que otros, como trigo y sorgo, mostraron una expresión de niveles tecnológicos bajos", contó Brihet.

Para ejemplificar esto último, en maíz el porcentaje del nivel tecnológico alto es del 66% y en cebada ese porcentaje alcanza el 69 por ciento. En estos cultivos el nivel tecnológico bajo es de sólo un 3 y 2%, respectivamente.

Por el lado del trigo, el porcentaje de nivel tecnológico bajo es del 24%, en tanto que 38% es alto y otro 38% medio. Por su parte, en el sorgo, el nivel tecnológico alto es de sólo un 15%, versus 54% medio y 32% bajo.

A todo esto, los niveles medios de tecnología presentaron un peso relativo mayor en girasol. En este cultivo hay un 56% medio, 33% alto y 11% bajo.

La soja, el principal cultivo del país, parece mostrar una de las distribuciones más homogéneas respecto del nivel de tecnología media a alta. En este sentido, de acuerdo al relevamiento, la oleaginosa tiene 46 por ciento de nivel tecnológico alto, otro 46% de medio y 8 por ciento bajo.

Estos últimos datos sobre la soja parecen reflejar que, si bien sembrar la oleaginosa es más barato que hacer maíz, la tecnología que se aplica se encuentra en un nivel interesante.

UN CEREAL DE ALTO VUELO

Lo que dice el trabajo sobre el caso del maíz

Alta performance
De acuerdo al relevamiento realizado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, el maíz se encuentra entre los dos cultivos, junto a la cebada, que tienen los mayores porcentajes de tecnología alta aplicada. En este sentido, en maíz un 66% es alta, versus 31% media y 3% baja
En baja
Según se desprende del informe, en el cultivo de sorgo el porcentaje de tecnología alta es de sólo un 15%, mientras que la media ronda el 54 por ciento y la baja se ubica en el 32 por ciento