01/03/2012

Recomendaciones para cuidar a la soja

El cambio de situación ambiental, de la sequia al alto nivel de humedad, obliga a monitorear y cambiar criterios en el control de plagas y enfermedades del cultivo.


BUENOS AIRES (NAP). Esta campaña para las zonas argentinas de Santiago del Estero Sur, Santa Fe Sur, Buenos Aires Norte y Oeste, Entre Ríos Sur y República Oriental del Uruguay se caracterizó por la ausencia de precipitaciones en las etapas vegetativas y comienzo de las reproductivas, lo que provocó que se manifiesten plagas como las arañuelas, trips e isocas bolilleras.
Pero en los últimos 15 días, en distintas zonas, la disponibilidad hídrica comenzó a recomponerse con registros que fueron entre los 100, 150, 200 y hasta 280 mm.

Actualmente, datos de monitoreo indican que los cultivos de soja de primera se encontraron entre los estados reproductivos R5.1 a 5.3 (llenado de granos) y surgen las dudas sobre el uso de fungicidas, manejo de bolillera que están consumiendo vainas y la posible llegada de orugas defoliadoras y chinches.

Ante este escenario, los ingenieros agrónomos Diego Alvarez y Santiago Barberis, de la firma de asesoría agrícola Lares, sugirieron que es de suma importancia registrar determinadas variables del cultivo-plaga-ambiente para interpretarlas y tomar una adecuada decisión agronómica.

Fungicidas
Para la toma de decisión de aplicación de un fungicida, los expertos plantearon que es importante conocer la potencialidad de rendimiento del lote o ambiente, el registro de precipitaciones de los últimos 15 días según la fenología del cultivo y, finalmente, el nivel de enfermedad presente. "Relacionando estos tres parámetros se podrá determinar si es necesario un control químico o no".
"Por ejemplo, es muy común en estos días encontrar lotes sembrados con grupo IV corto, en un estado fenológico de R5, un rendimiento esperado superior a 2.800 kg/ha, con 120 a 150 mm de lluvias registrados en los últimos 15 días y niveles de enfermedad relativamente bajos, entre un 10 a 15% de la altura de la planta afectada con Mancha Marrón. En estos casos se está sugiriendo la aplicación de fungicidas como Estrobirulinas combinadas con Triazoles o solo Triazoles; esta última opción se está sugiriendo cuando la fenología del cultivo está avanzada o es bajo el potencial de rendimiento del cultivo", dijeron Alvarez y Barberis.

Insecticidas
Tomada la decisión de hacer la aplicación del fungicida, surge la duda si debe ser acompañado de un insecticida o no.
En las últimas semanas en el sur de Santa Fe y Norte de Buenos Aires se registraron ataques intensos de Isoca Bolillera que consumieron vainas en R5, R5.1 y R5.2. Por lo tanto, con la presencia de esta plaga no se debe dudar, y realizar la aplicación conjunta del fungicida en combinación con el insecticida.

Los insecticidas que se estuvieron aplicando pueden ser divididos en dos grupos; los tradicionales como Clorpirifos, Endosulfan y Cipermetrina, y los de nueva generación como piretroides en combinación con neonicotinoides.

Si los cultivos estaban más atrasados fenológicamente consecuencia de siembras más tardías o grupos de madurez más largos, se estuvo sugiriendo la aplicación de IGR (inhibidores de proceso de la muda), MAC (aceleradores del proceso de la muda) e inhibidores del transporte de Ca (Calcio), puros o en mezcla con Abamectina; esta última opción en caso de incipiente presencia de arañuelas. Este cambio es para mejorar la persistencia de control en el cultivo.

Es claro que Isoca Bolillera es una plaga que se debe mantener en niveles bajo de población inicial al momento de realizar la aplicación.

En la campaña actual los valores de eficiencia de control logrados fueron del 50%, promedio de 180 lotes analizados, los mismos valores fueron alcanzados en la campaña 08/09. Estos resultados consolidan la hipótesis de que la isoca bolillera debe ser manejada con poblaciones iniciales bajas independientemente de la fenología del cultivo.

El valor que se sugiere es de 1,9 Isoca Bolillera por metro cuadrado para la sugerencia de aplicación de insecticidas.

Orugas defoliadoras
No se observa presencia significativa de isoca medidora y de oruga de las leguminosas, Anticarsia, en los lotes. Hay registros de 3,8 a 5,7 por metro cuadrado menores a 1,5 cm en el Sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.

No hay niveles poblacionales como para aplicar, pero habría que estar atentos a los próximos monitoreos y utilizar información de trampas de luz de distintas zonas para conocer posibles ataques en los próximos 15 a 20 días.

Desde el punto de vista del manejo del cultivo una opción es que si hay isocas, pero en una cantidad inferior al umbral de acción, y es necesario realizar una aplicación por malezas o enfermedades, aplicar un insecticida que otorgue persistencia en el tiempo. Para este caso de aplicaciones es recomendable usar IGR, MAC o inhibidores del transporte de Ca.

Poblaciones de Chinches
Los registros de monitoreo indican que las poblaciones de Chinches son bajas. De todos modos se debe estar atento a su avance y realizar monitoreo de huevos, colonias, ninfas del 4to y 5to estadio y adultos. Si la plaga no alcanzó el umbral de acción, pero se debe realizar una intervención al lote por otro tipo de adversidad, se puede sugerir la aplicación de un piretroide en combinación con un neonicotinoide.

Conclusiones
Según el tipo de variedad sembrada, el momento de siembra y las condiciones ambientales, el cultivo de soja de primera ha ido mutando su estado general. Por lo tanto, lo que se pensaba para el mes de diciembre y enero cambió en forma importante hacia febrero.

En esto el monitoreo del cultivo se transforma en una herramienta fundamental en la toma de decisiones, sobre las acciones a llevar adelante en el cultivo.