Aconsejan actuar de acuerdo con la afectación en los lotes; quienes no pudieron terminar con el maíz lo harán tardío o sembrarán soja. Por Fernando Bertello | LA NACION
Los excesos hídricos y anegamientos en varias regiones disparan estrategias de productores y técnicos que buscan sobrellevar de la mejor manera posible estos trastornos. Aunque la misión no es para nada sencilla.
Eugenio de Bary (h.), productor en la zona de Hughes (Santa Fe) e integrante del CREA María Teresa, informó que en la región llevan 293 milímetros en lo que va de octubre, el mayor registro de 1980. Hicieron el maíz que proyectaban sembrar en septiembre, pero perdieron una parte.
"En septiembre pudimos implantar el 100% del maíz programado para esa época. A partir de las lluvias de octubre perdimos el 30% del maíz implantado. Estamos evaluando que si se retira el agua en superficie nos iríamos a un maíz tardío utilizando el seguro de resiembra que ofrecen algunas compañías como Pioneer", expresó.
¿Por qué maíz tardío y no soja tardía? De Bary (h.) lo explicó así: "Es porque estamos pensando en el otoño, cuando vuelven a aumentar las lluvias y empiece a bajar la evaporación. Si el agua se retira a fines de la primavera y el verano, las napas quedarán tan cerca que si lloviera normalmente para esa época [en el otoño] se nos volvería a juntar agua en superficie, y en esa situación es más fácil cosechar maíz que soja".
En América, en el oeste bonaerense, ya tienen también un registro récord. Desde enero hasta la fecha llevan 1137 milímetros. Se trata de 90 milímetros más que los 1047 mm de igual época de 1999, año que allí recuerdan como muy problemático.
"Esto replantea toda la estrategia de siembra, teniendo en cuenta el nivel de riesgo hídrico, el nivel de la napa y el tipo de cultivo", expresó Gustavo Duarte, asesor.
Precisamente, separan los ambientes de acuerdo con el nivel de riesgo hídrico. Si el riesgo es alto y no se puede sembrar por saturación de agua o encharcamiento, se esperará la recuperación de esos lotes. "Si al 30 de noviembre no pudieron sembrarse con soja de grupos cortos, se sembrarán con maíz demorado entre el 1° de diciembre y el 10 de enero de 2013 como fecha límite", dijo Duarte.
Para el riesgo medio, con lotes con problemas de transitabilidad de maquinaria, la estrategia es esperar a los primeros días de noviembre para poder asegurar la implantación. Son los lotes destinados preferentemente a soja con grupos 4.
Según Duarte, el riesgo bajo tiene que ver con los mejores ambientes ya sembrados con maíz temprano o con sojas de alto potencial (grupos 3/4), que no obstante podrían resentirse. "Estos ambientes están con encharcamiento temporal y podrán generar alguna pérdida de plantas debido a las últimas lluvias", señaló.
Duarte aconseja no arriesgar inversiones en áreas que naturalmente son de por sí de menor respuesta.
En Lincoln, Roberto Riera, productor, descuenta que apenas mejoren las condiciones le pondrá todas las fichas a la soja. "Los productores, en general, estamos cambiando la estrategia y yo, en particular, en vez de seguir con el maíz, cuando componga el clima empezaré con la soja de primera y luego volveremos al maíz, finalizando noviembre, para sembrar las últimas 30 hectáreas que me quedaron", explicó.
Arnolfo Calvo tiene campos en Buenos Aires y La Pampa con napas a menos de un metro sin posibilidades de entrar para completar labores de fertilizaciones y pulverizaciones. "Hay lotes de maíz que tendremos que refertilizar y, por ahora, resembrar algún área menor", indicó.
Calvo prevé un importante presupuesto por enfermedades en un año húmedo. "Vamos a tener especial cuidado en el tratamiento con fungicidas tanto a los maíces como a la soja. Presupuestamos un costo extra de 50 a 60 dólares por hectárea por enfermedades, insectos y aumento en el costo de logística", precisó.
Desde Pehuajó, donde contabilizan 1330 mm y superaron los 870 mm de media anual, Luis Dillon piensa pasar a soja lo que proyectaba hacer con maíz.
"En un campo donde pensábamos hacer 230 hectáreas de maíz se sembró cero, por estar la napa muy alta con el consiguiente riesgo de encharcamiento y la potencial pérdida de 500 dólares por hectárea de inversión. Todo irá a soja cuando se pueda sembrar, ya que es el cultivo más barato y tenemos la semilla en el campo, ya que la logística de insumos es fundamental en inundación. Además, es el producto menos intervenido por el Gobierno", afirmó.
Problemas
Hay zonas donde los excesos hídricos provocaron daños como los que comentó De Bary (h.). Manuel Colomar, de Pioneer en la región de Rosario, puso este ejemplo: "Las abundantes lluvias están afectando los cultivos de maíz recientemente implantados y algunas zonas han sufrido, además, daños por granizo", relató.
Para Pergamino, Diego Alonso, técnico de la misma empresa, señaló que en cuanto a la siembra de soja los productores "van a tratar de avanzar lo más posible en la medida en que las condiciones de piso sean propicias".
Desde Venado Tuerto, Eduardo San Martín contó otra de las consecuencias de los excesos hídricos en maíz. "Se están viendo lotes con signos de lavado de nitrógeno, encontrándose las plantas con color verde pálido", concluyó.