Se espera una baja en la superficie destinada al maíz, precios en caída . Estiman un menor uso de insumos y un dólar que podría estar entre los $10 y $15 en marzo de 2015. NAP
BUENOS AIRES (NAP) La fuerte presencia de agua en bastas superficies destinadas a la cosecha fina podría impactar en forma negativo en los resultados finales de la campaña, incluso, muchas de esas tierras podrían destinarse a la gruesa y en el caso del maíz, sí entre septiembre y octubre llueve mucho, podría destinarse a la siembra de segunda, aseguraron los analistas.
En esa línea de pensamiento, el titular de Producir Conservando, Gustavo Oliverio, estimó que “la campaña de fina está casi cerrada con una superficie incierta por la presencia de agua y lo que no se pudo sembrar, que todavía es mucho. si no va a ir a trigo, pasa directamente a la gruesa”.
En declaraciones al programa “Siempre que llovió, paró”, emitido los viernes por radio Colonia, Oliverio estimó que “los granos de verano puede ocurrir lo mismo, hay que ver que pasa con el agua, si llueve o no en octubre y noviembre. Esto depende si se tendrá Niño, o un Niño Neutro”, razonó
“En este caso, se corre todo el maíz a fecha de segunda, cuando es un año ideal para fecha de primera, porque la napa está arriba. Hay una gran incertidumbre. Mi visión es que tiene que ocurrir algo en el mercado del maíz, para que se mantenga o crezca, sino va a decrecer con estos precios que hay a futuro”, agregó el titular de la entidad.
Con relación a las perspectivas del maíz, Oliverio estimó que hay una tendencia a la baja y si el precio no se acomoda, es probable que: “Vayamos a tener la misma situación que se produjo en Argentina con el trigo, que no alcance para cubrir el consumo interno para carne, leche o balanceados que se exportan”.
En cuanto a la soja va a haber una cantidad de hectáreas importante, pero Oliverio cree que no reemplazará totalmente lo que no se siembre de maíz: “Creo que nuevamente va a ser un año de riesgo, sobretodo porque el clima puede complicarlo más, va a caer el área sembrada respecto a la anterior, sumado a la incertidumbre económica sobre cuál va a ser el valor del dólar”.
Algunos estiman que el valor del dólar podría ser de $10, otros dicen en marzo va a ser $15. “Todo esto pone un gran signo de interrogación y hay un horizonte de precios también complicado, que cayó en los últimos 40 días entre 15%, 20%, 25 y 30%, y por otra parte con un marco de inestabilidad climática, todo apunta a la tormenta ideal para desensillar hasta que aclare”
Consultado sobre las perspectivas del principal cultivo oleaginoso, Oliverio consideró que “hoy con una soja de de U$S 270, U$S 280 la tonelada, es muy difícil que cierren bien los números. Se necesitan 30 quintales de soja y no todas las zonas acceden a esos rindes promedio, y si los números dan justo, nadie va a hacer soja para perder plata. Por eso no me extrañaría que en algunas zonas un poco más marginales el área de soja caiga, y si esto sucede es que caen las otras antes. Lejos de lo que veníamos viendo de los “vientos de cola” en los precios, cuando todos los años todo crecía un poquito y la soja más. Ahora todo decrece y la soja, tal vez, puede crecer un poquito”, explicó Oliverio.
Respecto al impacto de esta situación sobre el nivel de utilización de insumos, el analista consideró que “Cuando los números se estrechan, todo el negocio se hace más crítico y más riesgoso, se tiende a achicar el tema de los insumos, a ahorrar y bajar costos por todos lados, pero el productor sabe que cuando baja insumos y costos, eso tiene impacto negativo en la producción, y eso es mal negocio, con lo cual hay un límite”, resumió (Noticias AgroPecuarias).