 
                                El inicio de la siembra gruesa se da en un escenario de alta incertidumbre climática. En las últimas semanas, la región pampeana atravesó tres tormentas consecutivas con intensa actividad eléctrica, episodios de granizo y una marcada baja de temperaturas que provocó heladas en zonas del sur bonaerense, La Pampa y Río Negro.
Bajo este marco, un hecho que circuló es la muerte de seis animales por un rayo. El meteorólogo Ignacio Amorín (@MeteoNacho), explicó en La Posta, por Agrofy News Live, que los rayos que viajan desde la nube hasta el suelo son los más peligrosos y que pueden alcanzar temperaturas de hasta 20.000 °C, transmitiendo calor a todo lo que los rodea.
“La probabilidad de sobrevivir al impacto de un rayo es casi nula. Cuando cae en un árbol o estructura metálica, puede afectar animales o personas que estén cerca”, indicó Amorín, quien también aclaró que durante tormentas intensas es peligroso refugiarse bajo árboles y que la mejor posición es agachado, lo más cercano al suelo posible.
Heladas tardías en plena primavera
El dato que más alarma al sector agrícola es la presencia de temperaturas bajo cero en zonas trigueras, justo en un momento crítico para el trigo y la cebada. Amorín detalló que localidades del sur bonaerense como Tandil, Azul y Benito Juárez registraron heladas que podrían afectar la espiga de los cultivos.
“El frío seguirá al menos esta semana, recién la semana próxima se podrán evaluar los daños”, advirtió el especialista, destacando que la combinación de lluvias, tormentas y heladas genera un escenario de alto riesgo para la campaña.
Según Amorín, el fenómeno de La Niña ya se encuentra instalado, con enfriamiento persistente del Pacífico ecuatorial que altera la circulación del aire y los patrones de lluvia y temperatura en Argentina.
“No todo es La Niña o El Niño. Lo que ocurre en la Antártida repercute 20 días después en el país. La atmósfera está más dinámica y eso explica estos cambios bruscos”, explicó.
El meteorólogo señaló además que el cambio climático ha incrementado la frecuencia de fenómenos extremos en todo el mundo, como lluvias intensas, granizo severo y variaciones abruptas de temperatura, y que esto se refleja directamente en la agricultura.
Respecto a los rumores sobre aviones que supuestamente alteran las lluvias, Amorín aclaró que, aunque existen técnicas experimentales como el uso de yoduro de plata, no hay evidencia científica que demuestre que puedan evitar el granizo o cambiar tormentas de gran escala. “Son investigaciones en curso, pero la atmósfera es imparable. Nada puede detener un sistema de mal tiempo extenso”, afirmó.