17/03/2023

Gonzalo Agusto: “Esta campaña va a ser para achicarse y pensar en la próxima”

El economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba participó de la primera Jornada de Actualización Técnica organizada por Crea Norte en el predio de la Rural de Jesús María. LA VOZ
 

El economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba Gonzalo Agusto participó de la primera Jornada de Actualización Técnica organizada por Crea Norte en el predio de la Rural de Jesús María.

Tras su disertación, Agusto se refirió a las decisiones que deberán tomar los productores en el contexto actual; al futuro de los precios de los granos, y al impacto de la sequía en la economía de Córdoba.

“Una de las principales incógnitas es qué tiene el productor en el lote, principalmente porque venimos de una campaña muy golpeada: sequía, nueve olas de calor, heladas, algo que no había pasado en mucho tiempo. Entonces muchos productores están esperando, viendo si va a llover o no, para saber cuánto pueden cosechar, incluso ya hay algunos que tienen la certeza de que hay áreas donde no van a cosechar. Por eso, lo que puede hacer el productor es empezar a ver los precios para asegurar la parte de la producción que cree que va a obtener”, expresó.

“Todos estamos todos a la espera de qué va a pasar, cuántas toneladas se van cosechar. Como gran parte fue siembra tardía todavía al cultivo le queda un tirón más, por lo menos en Córdoba. Entonces todos están siendo cautos a la hora de tomar decisiones. No es como otros años en los que uno ya sabía que tenía un piso de rinde y eso te permitía vender una parte o asegurarte un determinado precio. Y hoy no se sabe que puede pasar tanto en soja como en maíz”, agregó.

LAS PÉRDIDAS EN CÓRDOBA POR LA SEQUÍA

Córdoba, según Agusto y la entidad a la que pertenece, ha sido una de las provincias productivas más castigadas por la sequía.

Estima que es la producción más baja en cinco años. Mientras que el potencial cordobés es de 41 millones de toneladas, se perderían 12 millones de toneladas, el equivalente a 4.700 millones de dólares.

-¿El impacto será muy grave?

-Sí. Para que nos demos una idea, la cadena agroindustrial es la primera actividad económica a nivel provincial, por delante de la construcción y delante de la industria automotriz y además tiene muchas relaciones en el Interior. Como es una actividad que se ubica a lo largo y ancho de la provincia, en cualquier pueblo del interior hay una agronomía, hay un molino, hay un servicio de transporte de granos. Entonces que tengamos una menor producción significa menor transporte, menores ingresos para los productores. Los bancos que trabajan con el agro también lo sentirán. Hoy, calculamos que se perderán de ingresar casi 5 mil millones de dólares pero seguramente serán más porque las pérdidas productivas se van a seguir profundizando.

-¿Qué puede pasar con los precios?

-Estamos en una campaña en la que los precios pueden empezar a bajar porque si uno ve el contexto internacional tenemos tasas elevadas por parte de Estados Unidos, quiebras en algunos bancos, lo que indica una recesión a nivel mundial de la economía, y eso se traduce en menor presión a los granos. La producción de soja y maíz en Brasil será la más elevada de la historia en ambos cultivos y eso da tranquilidad. Si bien Argentina está experimentando una de las pérdidas más grandes, a nivel global, esta vez la aguja no se mueve tanto porque Brasil compensa esas pérdidas y hace que haya tranquilidad en los mercados por lo tanto no podemos esperar grandes aumentos de precios.

-¿Qué ánimos ves en los productores?

-Esta no es la primera ni la última sequía que va atravesar el productor. Hemos tenido hace seis años una sequía, hace diez, otra. Entonces yo creo que el productor es resiliente por naturaleza, sabe que tiene una fábrica a cielo abierto y que algunos años el clima no acompaña y en otros le va mejor. Veníamos de campañas buenas en Córdoba, no como en otras partes del país. Pero esta campaña va a ser para achicarse y pensar en la próxima que esperemos que sea mejor con pronósticos climáticos más favorables. El productor obviamente esta desanimado porque va a tener una producción mucho más chica y el Estado va a cobrar derechos de exportación.