El cultivo de soja es el que más nutrientes exporta y el que menos repone. El màz hace punta. NOTICIAS AGROPECUARIAS.
ROSARIO (NAP) Pese a que los productores argentinos incorporaron tecnología de primea línea en las últimas décadas, se observa sin embargo, que pese a los rendimientos de diferentes cultivos, el uso de nutrientes para recomponer no alcanza para mantener las sustentabilidad, al menos asi quedó demostrado en el Simposio organizado por la fundación Fertilizar en la ciudad de Rosario.
“De acuerdo a un análisis que se hizo quedó demostrado que existen casos en los cuales el cultivo de soja recibió algún porcentaje de fertilizante, mientras que el 62% recibieron algo y aparece un 40% de la superficie cubierta con la oleaginosa que no recibió nada de nutrientes, de acuerdo a las respuestas de los productores, lo que arroja un balance negativo muy alto”, así lo aseguró la directora ejecutiva de la entidad María Fernanda san Juan.
Respecto del cultivo de esta oleaginosa, con una superficie cubierta de 18 millones de hectáreas, se empleó el mismo volumen de nutrientes que los usados para algo más de 4,7 millones de hectáreas de maíz: “Creemos que es un cultivo al cual la penetración de la tecnología no le llega del todo, situación que se repite todos los años, por algún motivo que aun no podemos determinar”, aseguró San Juan
El cultivo de soja es el que menos reposición tiene, en el caso de trigo, esta actitud no es relevante, si bien es cierto que se nutre con los que dejo la soja de segunda. En cuanto al maíz es un cultivo que tiene cierto nivel de reposición y el girasol, muestra un comportamiento intermedio.
En cuanto al consumo por cultivos, el trigo se lleva el 21%, (2011), el maíz se queda con el 25%, al igual que la soja, mientras que el girasol, la cebada y el sorgo muestran un uso con porcentajes menores. Entre estos res cultivos hay más de un 70%.
Para el cultivo de maíz la situación reflejada es bastante distinta, porque el uso de tecnología está instalada: “Los productores que hacen este cultivo tienen una claridad muy importante en relación al paquete tecnológico empleado y hasta es muy posible que si no conoce las estrategias de aplicación, posiblemente no la utilice porque no pueden fertilizar como corresponde”, destacó la ejecutiva.
Según datos de 2011, el máximo consumo de nutrientes fue de 3,7 millones de toneladas, con una cosecha que no fue muy buena y para 2012, cuando se presentes los nuevos números, es probable que la reposición sea menor porque se estima que el mercado consumirá 3,2 millones de toneladas y con rendimiento de soja que estuvieron muy bien en muchas zonas.
Pero no todos los casos son iguales, ni tampoco las regiones para los cultivos extensivos, pero en algunas regiones se puede ver la evolución de la reposición de los nutrientes, que en el caso del potasio, prácticamente no se usa porque los suelos están bien cubiertos, pero esto no significa que no se deban monitorear los campos, recomiendan desde FERTILIZAR.
Esto demuestra que en la Argentina se está muy lejos de los promedios de reposición, comparado con los verdaderos niveles que corresponden para mantener una mínima sustentabilidad.
De acuerdo a los datos manejados por la fundación FERTILIZAR, el déficit de reposición alcanza a valores que se ubican entre un 70 y un 95% en fósforo, de un 50 a un 70% en azufre, de un 42 a un 85% en nitrógeno, y en potasio se está en un 2% el mínimo tendría que ser del 5%l de la reposición. Conclusión, el promedio de la reposición se ubica en un 4ª% y debería estar en un 60 a 62% como para asegurar una mínima sustentabilidad.
En la Argentina el 80% de los fertilizantes que se consumen se comercializa a granel, con lo cual disminuyo el impacto de la logística utilizada y se desarrollaron los fertilizantes líquidos, con lo cual el país se ubica entre los principales consumidores de este tipo de productos, también se ha trabajado con inhibidores y solubilizadores.
De este modo el mercado argentino consumo unos 3,7 millones de toneladas de fertilizantes como máximo y el año pasado se consumieron casi 3,2 millones de toneladas y tiene mucho que ver con el aumento de la demanda.
La demanda muestra una estacionalidad demasiado marcada y si se analiza por grupo químico la mayor demanda se observa en el empleo e nitrógeno y fósforo y en segundo lugar de azufre y potasio,