08/07/2025

"Se pierden US$ 200 por cada milímetro de suelo que se va": la advertencia sobre la erosión en años que llueve mucho en poco tiempo

El ingeniero agrónomo Sergio Montico alertó sobre el impacto económico de la degradación del suelo y la falta de estrategias frente a las lluvias. AGROFY NEWS - 07/07/2025


07deJuliode2025a las13:00

La degradación del suelo no solo es un problema ambiental, es una pérdida económica concreta y cuantificable. Así lo expresó con contundencia el ingeniero agrónomo Sergio Montico, profesor titular de la cátedra de Manejo de Tierras de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), quien aseguró que perder un solo milímetro de suelo equivale a 200 dólares por hectárea.

En el marco del Día de la Conservación del Suelo, Montico propuso traducir los costos intangibles de la erosión en números concretos que puedan ingresar en las planillas contables del productor. “Degradar el suelo no es negocio”, subrayó.

Día de la Conservación del Suelo

“Se pierden nutrientes, agua, biodiversidad y el capital mismo: la masa del suelo. Ponerle un número ayuda a tomar dimensión del impacto”, explicó. Además, explicó que los acumulados de lluvias se mantiene estable, pero se dan en lapsos más cortos de tiempo. 

suelo

El cálculo es impactante. Perder un milímetro de suelo en una hectárea representa 12 toneladas de tierra. En 50 hectáreas, la pérdida asciende a 600 toneladas, equivalentes a 35 camiones. Esa pérdida arrastra nutrientes clave como nitrógeno y fósforo, además del valor del agua contenida, lo que impacta de lleno en la productividad. “Ese suelo no se recupera, al menos no en el corto ni mediano plazo”, lamentó.

No se puede comprar

Montico enfatizó que, ante la pérdida de materia orgánica y capacidad de infiltración, el productor debe salir a comprar insumos, pero hay elementos que el dinero no puede reponer: “Puedo comprar nitrógeno o fósforo, pero no una tonelada de poros ni un metro cúbico de infiltración. Eso se logra con gestión y manejo adecuado”.

El panorama que describió es preocupante: el 42 % del territorio de Santa Fe —unos 5,6 millones de hectáreas— ya presenta problemas de erosión hídrica en distintos niveles. La situación también afecta a provincias como Entre Ríos, Córdoba y el norte de Buenos Aires, y se agrava por un nuevo patrón de lluvias.

suelo

Aunque el volumen de precipitaciones se mantiene estable, según estudios de la facultad de Ciencias Agrarias de la UNR, la cantidad de días con lluvia se redujo, lo que genera tormentas más concentradas y torrenciales. “Llueve lo mismo, pero en menos días. Esto provoca un fuerte impacto en los sistemas de producción, especialmente en campos con poca cobertura o en zonas con pendiente”, advirtió Montico.

Frente a lluvias intensas y en poco tiempo, los campos no logran infiltrar el agua ni cuentan con infraestructura adecuada para manejar los excedentes, lo que multiplica el riesgo de erosión o anegamiento.

El mensaje final de Montico fue claro: “El suelo es un capital que debemos proteger. No alcanza con reponer insumos si estamos perdiendo la base misma de la producción. La sustentabilidad no es un concepto romántico: es una necesidad económica y productiva”.