INFOCAMPO.Ç+Un relevamiento de las condiciones de los suelos en las distintas regiones agrícolas, ante diferentes escenarios de lluvias durante los próximos treinta días.
De cara a la campaña fina y ante la expectativa de un crecimiento de la siembra de trigo en el presente ciclo, desde la corredora Granar reflejaron distintos escenarios de humedad para el comienzo de las labores, según la cantidad de precipitaciones que se registren durante los próximos treinta días.
Según el informe, "las lluvias de finales del marzo no fueron homogéneas y si bien la primera década de abril dejó eventos pluviales muy destacados hubo sectores salteados o menos provistos, que quedan algo endebles al proyectar escenarios para el inicio de la campaña de granos finos".
En ese escenario "puede estimarse el contenido de agua en el primer metro de suelo a mediados del mes de mayo. Esto define una primera herramienta para perfilar como se plantean las diferentes zonas trigueras para las siembras tempranas, principalmente las que son tributarias de Rosario. Las zonas del sur de BA tienen mucho mayor margen para las siembras", aseguró.
Si durante las próximas cuatro semanas las lluvias se mantienen por debajo de los valores normales, se detectan las zonas que quedarán más expuestas o en condiciones menos favorables para iniciar las siembras.
"Las actuales condiciones de tiempo cálido y seco son muy favorables para la cosecha, sin embargo es evidente de que si esta situación se proyecta durante las próximas cuatro semanas, la situación para las siembras será ajustada en la zona núcleo, principalmente en sectores del sur de Santa Fe", detalló.
Distinto es el estado en el centro de Santa Fe y el centro este de Córdoba, que "han acopiado suficiente agua como para alcanzar esta fecha con reservas adecuadas y con una recarga superficial estarían en condiciones de iniciar la implantación sin mayores inconvenientes", agregó.
En tanto "la situación en el norte de BA es mixturada y sobre el sudoeste entrerriano, sur de CB y norte de LP, el panorama se presentaría regular".
El trabajo también plantea un escenario en base a condiciones de lluvias normales. "Si de acá a una semana reaparecen las precipitaciones y comienzan a ganar algo de continuidad los sistemas precipitantes, aún con volúmenes bajos, se arribaría a mediados de mayo con un escenario de lluvias normalizado. Esto se traduce en una extensión del área con reservas adecuadas", asegura.
Este panorama sería fructífero para todo el núcleo triguero norte ya que las reservas adecuadas ganan toda la provincia de Entre Ríos y el norte de Buenos Aires, extendiéndose por sectores al sur de Córdoba.
Resalta el máximo de demanda hídrica sobre el sur de Santa Fe, principalmente el corredor Rosario-Venado Tuerto. Es posible que en la zona haya habido mejores lluvias que las que recibieron estas dos ciudades, sin embargo es una zona que no ha recibido los volúmenes de agua que por ejemplo recibió la franja central de esta provincia.
En la zona de influencia de Rafaela, por ejemplo, si al agua acopiada se le suman algunas lluvias menores se estaría asegurando un piso de rindes que haría viable económicamente la campaña.
Finalmente, Granar considera que ante un escenario húmedo, aunque lo califica como el menos probable.
"Los últimos eventos pluviales posicionan a esta hipótesis como la más difícil de anticipar, principalmente la ubicación de los máximos de lluvia acumulada. Los últimos episodios en general fueron anticipados por los pronósticos, pero sólo pocas horas antes de que se concreten se pudo dimensionar el volumen de agua que los mismos aportarían. No puede descartarse que los mismos vuelvan a suceder, aunque si argumentamos desde el funcionamiento normal del clima a medida que nos adentramos en el otoño, los mismos deberían retirarse o al menos mostrar una tendencia a recostarse en el este o en el noreste del país. Sin embargo no hay que retroceder demasiado para encontrar anomalías destacadas con importantes corrimientos positivos de las lluvias en otoño: mayo del año pasado es un ejemplo en este sentido. Por entonces toda la zona núcleo terminó quebrando la barrera de las lluvias normales, incluso en zonas del centro de BA se observaron las primeras inundaciones que se potenciarían en agosto", subraya el informe.
"Con este planteo el principal beneficio recae sobre la provincia de Santa Fe, aunque en otros sectores comienzan a perfilarse los excesos hídricos", concluye