22/11/2016

Ascochyta, el hongo que complica al garbanzo en el centro-norte cordobés

Es el causante de la enfermedad denominada “rabia”, cuya acción se había detectado a mediados de octubre. Ahora alertan que los ataques se volvieron más “severos”. AGROVOZ

El Laboratorio de Fitopatología de la Facultad de Ciencias Agropecuarias de la Universidad Católica de Córdoba (UCC) emitió un nuevo informe de situación fitosanitaria en el centro-norte de Córdoba.
Como en octubre, el reporte hace foco en el garbanzo y alerta sobre que los ataques de rabia, provocados por el hongo Ascochyta, detectados un mes atrás, no sólo que siguen presentes sino que se han tornado más severos.
Este año, según la Bolsa de Cereales de Córdoba, se sembraron en la provincia unas 38.700 hectáreas con garbanzo, 18 por ciento por encima de la campaña pasada; aunque la producción se estima que será igual o menor, ya que los rindes esperados cayeron de 23,7 a 20 quintales por hectárea, por lo que la cosecha se situaría en 77.700 toneladas. 
Monitoreo
“Las condiciones climáticas de esta primavera favorecieron a Ascochyta y debido a su temprana aparición requirieron de un intenso monitoreo y varias aplicaciones en algunos casos”, señala el relevamiento.
Según el Laboratorio fitopatológico, “las temperaturas de esta semana estimularon la producción de conidios, por lo que se produjo una rápida escalada de severidad en los lotes”. 
El informe agrega: “Tanto fue la explosión que bajo estas condiciones ya no es frecuente ver manchas aisladas y, en cambio, se produce un efecto de ‘tizón’ presentando la característica coloración grisácea de hojas y tallos, que afecta rápidamente a todas las plantas del lote. Las que iniciaron como plantas aisladas o pequeños rodales se van transformando en manchones importantes, que toman una gran superficie”.
Recomendaciones
Desde la casa de altos de estudios de la UCC recomendaron estar atentos ya que, por los características de este hongo, puede quedar acción residual para la campaña 2017/18-
“El patógeno queda en el rastrojo infectado y en la semilla, en forma de micelio y cuerpos de fructificación asexual en las hojas y tallos secos, donde se producirá la fase sexual (pseudotecios) durante los meses fríos de invierno. Los altos niveles de humedad son esenciales para la actividad saprofítica y el desarrollo de los pseudotecios, los cuales se desarrollan y maduran con temperaturas óptimas de entre 5 y 10°C. La maduración de estos cuerpos posibilitará la liberación del nuevo inóculo primario (ascosporas) en el ciclo de cultivo siguiente”, recuerda el informe.