26/12/2019

Reunión Fernández-Comisión de Enlace: entre la desconfianza, el escepticismo y una tímida expectativa

Está bastante claro el panorama que quedó después de la reunión que mantuvieron el presidente Alberto Fernández y la dirigencia de la Comisión de Enlace. “Sabor a nada”, fue la amarga síntesis de uno de los dirigentes que secundan a los titulares de las centrales agropecuarias: son los que desconfían de las promesas hasta no ver que se conviertan en hechos. AGROVERDAD

“Fue una reunión positiva”, diagnosticaron otros, aún sin ningún resultado en la mano, más que la propia entrevista: son los que tratan de alentar la expectiva de modestos pero progresivos entendendimientos y una puerta abierta al diálogo.

Otros, los escépticos, directamente no creen en el arte discursivo del Jefe del Estado.

Pasemos en limpio
¿Qué quedó realmente de la conversación? Desgranemos.

-1) La suba de retenciones se mantiene inamovible: 30 para la soja, 12 para el trigo y el maíz, y otros diversos porcentajes para un conjunto variado de productos.

-2) Promesas del Presidente de contemplar segmentaciones y compensaciones, en el tramo del incremento de 3 puntos adicionales, una de las múltiples facultades que le han conferido los superpoderes aprobados por el Congreso. Ahí, capaz que Alberto pueda llegar a abrir la mano, no mucho, si es que lo hace. Con esos 3 puntos, el gravámen ascenderá a 33% en la soja y 15% para trigo y maíz.

-3) Qué va a pasar en los próximos días a nivel “de las bases”, sobre las cuales no todas están bajo el control de la Comisión de Enlace, que no cree que sea el momento de protestas y mucho menos virulentas. Habrá un poco de todo: la CE procurará muñequear la situación.

Intimidades
Alberto Fernández, en varios tramos de la conversación, dijo a los dirigentes lo que a éstos suena bien a sus oídos (y a los de cualquier productor). Pero no aflojó nada, solo –como se ha mencionado- algunas promesas.

Por caso, coincidió con ellos en que las retenciones son “el peor de los impuestos”.

-Bueno, y porque no las elimina entonces?-, le apuntó, rápido, uno de los presentes, con tonada cordobesa.

-Por el momento no las puedo eliminar-, fue, palabras más o menos, la respuesta. ¿La razón? La “crisis” heredada y todo lo que ya se ha dicho.

-Anímese en todo caso a no utilizar el 3% de la Ley de Emergencia … –, insistió el mismo dirigente que había hablado antes.

-No puedo tampoco, pero no me quiero adelantar-, deslizó entonces.

-Aunque más no sea, no las aplique al máximo (el 3%)-, volvió a la carga el de la tonadita.

-Me comprometo a tratar de no utilizarlas, por ahí podemos ver un 1% o un 1,5%. Lo vamos a consensuar-, fue la promesa de máxima. Promesa.

>> A todo eso ya lo había adelantado el 16 de diciembre en un reportaje a Telefe: El presidente Fernández puso 3 puntos más de retenciones en la Ley de “superpoderes” que envió al Congreso. Leer más, CLIC AQUI.

En otro momento, Alberto Fernández exhibió las dotes negociadoras y persuasivas que se le reconocen: procurará evitar un “encontronazo” con el campo. “Necesito un campo productivo”, les dijo a los dirigentes.

Y agregó: “aprendí mucho de la 125 y del conflicto del 2008: tenemos que insistir con el diálogo y en construir confianza”.

Esta fue la “tecla” que tocó el Presidente, para mantener abierto el canal de conversaciones, sin tener que enfrentarse con el sinsabor de rutas ocupadas o manifestaciones masivas.

Interlocutores paralelos
Mientras tanto, el gobierno también conversó ayer con otros sectores, como Agricultores Federados Argentinos (AFA) y FECOFE, ambos de reconocida cercanía con el peronismo.

También Fernández va a contar con unos pocos entusiastas “bolsones” de adherentes (algún nombre hay que ponerles), tentados por las mieles que puedan recibir, al estilo de un conocido (y desprestigiado) personaje del noreste de la provincia de Córdoba, que distribuía las arbitrarias generosidades de Guillermo Moreno.

Arietes que demostraron ser inútiles a la hora de las soluciones en serio. Apenas fueron un grupo de avivados prebendarios que se llevaron su tajada. Veremos si Fernández aprendió, como dice.

Juan Carlos Vaca