05/08/2014

En costos de insumos agrícolas y alquileres, estamos en "alerta roja"

AGROVERDAD

El análisis del manejo de la próxima campaña de soja arroja una combinación de “alertas”: una es amarilla, la otra es naranja y una tercera, roja. Cada una de ellas fue analizada por el ingeniero Esteban Tronfi, Gerente de Insumos de AGD, en la Jornada Soja Con Sustentabilidad de Córdoba. Entre los puntos que precisó que deberán negociarse figura el de los alquileres de campo: “el 30% del rinde es “supertecho” como costo de alquiler”, subrayó.

Definió que “estamos antes distintos grados de alerta”. Su evaluación resulta de un estudio de las últimas diez campañas, en las cuales se analizaron tres indicadores: costos, ingresos y resultados de la producción de soja. Los costos se examinaron a través del comportamiento de los insumos; los ingresos por la evolución del precio de la soja; y el resultado se analizó en función de una relación entre las dos anteriores variables.

Tronfi aclara que ese trabajo no conduce a un margen por hectárea, pues no representa el 100 por ciento de los factores que los configuran, pero sí permite obtener “una referencia”.

Indicó que “los tres indicadores nos dan una situación ajustada”, a la que se identifica como un “alerta naranja” en la producción de soja.

“El que nos da muy preocupante es el indicador de los costos de insumos”, señala, a punto de considerar que se situa en “un alerta rojo”, pues el indicador del “costo de insumos es el más alto de los últimos 10 años”.

El indicador de ingresos “está en alerta amarilla”, ya que tras un período de muy buenos precios de los granos –y en particular de la soja-, “desde el 2012 ha desacelerado y ha caído”.

La combinación conduce a la convicción de que “hay que estar alerta”: es un “alerta naranja”.

“Ya tuvimos alertas naranjas a principios de la década, pero venían de la mano de un precio menor de soja con insumos baratos: ahora el alerta naranja es con insumos muy caros”, repara Tronfi.

Por tanto, “estamos en una situación que es delicada” y aunque “no hay que alarmarse” confluyen los suficientes ingredientes que obligan a hacer las cosas muy bien, no es un año que permita mucho margen de error”.

-¿Cuáles son los puntos que más atención requieren para ser ajustados o que deben ser mejorados sustantivamente? ¿Qué “tuercas” hay que apretar a fondo? -, le preguntó Agroverdad a Esteban Tronfi.

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