Repuntó US$1,65 y cerró con un valor de 322,24 dólares; la demanda ofreció US$242 en Rosario. LA NACIÓN
Con una mejora del 0,51%, la soja logró cortar ayer una racha bajista que se extendió por nueve ruedas consecutivas en la Bolsa de Chicago y que generó una caída superior al 7,5% sobre el valor de la oleaginosa.
Al momento de fijar los ajustes de la jornada, y luego de alternar subas y bajas, las pizarras reflejaron mejoras de US$1,65 y de 1,46 sobre los contratos marzo y mayo de la soja, cuyos valores resultaron de 322,24 y de 327,29 dólares por tonelada.
El mínimo repunte fue apenas un reacomodamiento del mercado, que se consolidó luego que un vocero de Robert Lighthizer, representante de Comercio del gobierno de los Estados Unidos, desmintió que China hubiera solicitado hacer cambios en los compromisos de compra establecidos en la "fase uno" del acuerdo firmado el 15 del mes pasado en la Casa Blanca.
La desmentida surgió tras una publicación de la agencia Bloomberg, en la que se indicó que "funcionarios chinos esperaban que EE.UU. aceptara flexibilizar los términos del acuerdo", en vista de la crisis sanitaria generada por el coronavirus.
El artículo hizo referencia a la cláusula del acuerdo en la que se determina que en caso de un desastre natural u otro evento extraordinario las partes pueden plantear una readecuación de los términos de las compras comprometidas. "No está claro si China ya ha hecho formalmente dicha consulta, pero las personas familiarizadas con el asunto dijeron que el plan es solicitarlo en algún momento", señaló el texto de Bloomberg.
Si la crisis sanitaria actual se agrava en China, el mercado considera que el pedido para "reperfilar" los compromisos de compras será presentado. Resta saber cuándo ocurrirá y qué respuesta dará el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que ayer escribió en su cuenta de Twitter que "se avecinan grandes tiempos, después de esperar durante décadas, para nuestros agricultores, ganaderos e industriales", en referencia a los acuerdos comerciales firmados con China, México, Canadá, Japón y con Corea del Sur.
Y mientras los agricultores estadounidenses esperan por las compras chinas de soja, el USDA confirmó ayer una venta de 130.000 toneladas de la oleaginosa a Egipto.
En Brasil, en tanto, la consultora AgRural relevó el avance de la cosecha de soja sobre el 9% del área apta, por debajo del 19% vigente un año atrás, pero en línea con el promedio de los últimos cinco años. Ese atraso interanual de la recolección dejó su marca sobre las exportaciones brasileñas de soja en enero, que sumaron 1,49 millones de toneladas, frente a los 2,04 millones de igual mes de 2019. Sin embargo, para febrero las previsiones privadas auguran embarques próximos a los siete millones de toneladas, contra los cinco millones del año pasado.
Mercado local
Las fábricas ofrecieron ayer en forma abierta US$242 por tonelada de soja para las entregas inmediatas sobre el Gran Rosario, US$4 más que el viernes. No obstante, como ocurrió en la última jornada de la semana anterior, los pocos negocios concretados se hicieron a US$245.
En el Matba Rofex la posición febrero de la soja bajó US$4 y cerró con un ajuste de US$245 por tonelada, mientras que el contrato mayo sumó US$0,40 y terminó la rueda con un valor de 230 dólares.
El trigo se negoció sin cambios a US$200 por tonelada para Bahía Blanca; a US$195 para el Gran Rosario, y a US$190 para Necochea.
La molinería ofreció de 12.300 a 14.500 pesos por tonelada de trigo,
Acerca del maíz disponible, la exportación volvió a ofrecer US$155 por tonelada para el Gran Rosario, pero redujo su propuesta de 160 a 155 dólares para Bahía Blanca.
Relevan menores ventas de trigo de rusia
Según un relevamiento de la firma SovEcon, en lo que va del ciclo comercial 2019/2020 (de julio al 30 de enero) la exportación de trigo ruso totalizó 22,1 millones de toneladas, un 17% menos que en igual segmento de la campaña anterior. Los elevados precios domésticos del grano fino en Rusia y la pérdida de competitividad para las ventas externas son dos de los factores que generaron la retracción de los negocios.
La caída de la competitividad de los precios del trigo ruso quedó en evidencia la semana pasada, cuando Egipto -es el principal importador global, que en los últimos años se convirtió en el mayor comprador de trigo ruso-optó por el cereal de Francia, que presentó un valor más bajo en la licitación internacional.
En el ciclo 2018/2019, Rusia, el primer exportador mundial, vendió 35,28 millones de toneladas de trigo.
Por: Dante Rofi