La noticia de la posible suba de las retenciones sorprendió al campo, que preveía la eliminación de este impuesto en el mediano plazo, como lo había señalado desde un primer momento el presidente Javier Milei.

Tras los anuncios del ministro de Economía, Luis Caputo, fuentes del Gobierno adelantaron a economistas y empresario sobre la suba de las retenciones al 15% a todos los cultivos extensivos -a excepción de la soja que baja a 30%-, a la carne y leche y a las economías regionales.

Según pudo averiguar Clarín Rural, fue un “shock” para el Secretario de Bioeconomía, Fernando Vilella, quien se enteró a la noche de la noticia. Fue justamente después del homenaje que le hizo el Instituto Interamericano de Cooperación para la Agricultura (IICA) por su aporte a la bioeconomía.

Días atrás, Vilella estuvo en una reunión con empresarios del agro donde había ratificado que en el primer mes de gestión se iban a eliminar los cupos y restricciones para exportar, pero que la baja de las retenciones se estaba discutiendo con el equipo de Economía.

De todas maneras, el Gobierno tiene dos alternativas para aumentar las retenciones: sacarlas por Decreto de Necesidad y Urgencia (DNU), que luego tendría que ser confirmada por la Comisión Bicameral y temen que sea rechazada, o directamente enviar el proyecto al Congreso de la Nación para su tratamiento.

Cabe recordar que el artículo 49 de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva impulsada por Alberto Fernández en 2019 fijaba un límite en la alícuota de los granos. En soja, se podía elevar al 33%, cosa que ocurrió. En trigo y maíz, que se podía subir al 15%, se dejó al 12%. Caído la ley de Presupuesto, también se cayó esa facultad que tenía Ejecutivo.

En otra maniobra del gobierno de Alberto Fernández, en la ley del Presupuesto 2023, la oposición de ese momento consiguió que se elimine un artículo que quiso imponer el Poder Ejecutivo para retomar la facultad de modificar las retenciones a las exportaciones sin pasar previamente por el Congreso.

Por eso, están buscando diferentes alternativas para poder llevar a cabo el aumento de las retenciones.

“En primer lugar, fue una sorpresa porque veníamos de un equipo de gobierno que hasta ahora nos había dicho que el planteo era ir a cero”, dijo José Martins, presidente de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y vocero del Consejo Agroindustrial Argentino. “Se cumple con una mejora del tipo de cambio, pero no esperábamos una suba de retenciones. Cabe señalar que no es oficial, es un comentario. No tiene un impacto terriblemente económico porque la suba del tipo de cambio es buena, pero tiene un impacto negativo en lo político”, explicó.

"Incredulidad", fue la palabra que utilizaron desde un sector de las gremiales tras conocerse la información.

También se conoció hoy en el boletín oficial que la continuidad del Programa de Incremento Exportador (PIE), que ahora establece 80% (dólar oficial) y 20% al CCL, lo que deja el dólar para los exportadores en $860, una mejora del 26% con respecto a los $670 del anterior esquema 80%-20% que había establecido Sergio Massa en su momento

"Soja y cereales con la mayor suba de tipo de cambio efectivo, dado que son los productos que venían con los DEX (derechos de exportación) más altos", señaló el economista Juan Manuel Garzón. Según el especialista de la IERAL, en soja la mejora del tipo de cambio es de un 40%; en trigo y maíz, 29,6% y en carne, 25,3%.

"Que el TCE (tipo de cambio efectivo) de la soja sea el que más ha subido me parece justo, considerando que es el producto más castigado por la política comercial. Además, si bien mejora más que el resto, el TCE de la oleaginosa sigue muy por debajo del resto de productos", remarcó el economista.

Según la información oficial, restan comercializar 4 millones de toneladas de soja (6,7 millones de toneladas sin precio) y 3,9 millones de toneladas de maíz del ciclo 2022/23. Esto significaría ingresos por US$ 4.500 a US$ 5.000 millones en los próximos meses.