07/04/2020

Soja. Estiman que por menores precios y caída de la cosecha el país perderá US$3000 millones

El ingreso de divisas está afectado por la baja de precios y de la producción. LA NACIÓN

En medio de la caída del precio de la soja que, entre otros factores, bajó por el efecto del coronavirus sobre el comercio internacional, los exportadores estimaron que esta situación y una menor cosecha proyectada ya provocó para la Argentina una pérdida de divisas por US$3000 millones.
La semana pasada, los exportadores agrupados en la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro de Exportadores de Cereales (Ciara CEC) informaron que, luego de una baja en la entrada de camiones a los puertos cerealeros -provocada por las restricciones a la circulación de decenas de municipios- en marzo pasado el ingreso por divisas se ubicó en US$1064,3 millones, una reducción del 6,9% versus igual mes de 2019 .
Según Gustavo Idígoras, tras la caída del valor internacional de la soja de 360 a 305 dólares por tonelada, el país tendrá un fuerte impacto. "La caída de precios de la soja y la menor producción estimada generarán una baja de 3000 millones de dólares. Las bajas de precios están motivadas por el efecto coronavirus y la fuerte caída del precio del petróleo (tuvo un impacto significativo sobre el valor del maíz, que se usa para etanol)", indicó a LA NACION.
El año pasado, los exportadores liquidaron divisas por US$23.719,5 millones, cifra que ahora, por la caída del mercado, parece difícil alcanzarse además por otro factor: la merma en la cosecha de soja a causa de la sequía.
En rigor, por la falta de lluvias y altas temperaturas en etapas críticas del cultivo, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires bajó en 2,5 millones de toneladas su estimación de cosecha, a 49,5 millones de toneladas .
"Desde que estalló la pandemia, el sector comenzó a sufrir una serie de consecuencias directas teniendo en cuenta que los granos y derivados son productos que son básicos para la seguridad alimentaria en el mundo y sobre todo por el vínculo fuerte que hay con el sudeste asiático, que representa el 65% del total de las exportaciones argentinas al mundo. En ese sentido, la pandemia generó tres efectos: el primero fue una profundización de la recesión que se estaba empezando a ver a nivel mundial, lo cual generó una expectativa de demanda menor y sostenida en los próximos meses y tal vez años. En segundo lugar, de los problemas que ya tenía el sudeste asiático por la gripe porcina africana, se le sumó el coronavirus, lo que generó volatilidades de precios descendentes y el nuevo efecto mundial que es un virus afectando a la logística mundial. El coronavirus trajo el condicionamiento de la logística y empezamos a ver que los puertos chinos tenían problemas, los asiáticos, las líneas marítimas y después eso se trasladó a Europa. Es así que hay redefiniciones de rutas marítimas, de empresas y de estructuras", dijo Idígoras en una entrevista con Télam.
"Vemos al mercado internacional de granos como altamente volátil. Al mismo tiempo, tenemos una expectativa positiva del sudeste asiático, que podría generar cierta sostenibilidad de precios y una buena demanda. Lo que estamos viendo en el corto plazo es un crecimiento de demanda, particularmente vinculado al sobre stock de muchos países. Así como cuando un consumidor va al supermercado en estas condiciones y compre el doble de lo que compraría, el mundo también. La demanda de maíz y la de harina de soja también, por eso es muy importante para nosotros trabajar fuerte el tema de los municipios y sus restricciones, de corredores sanitarios seguros, etc, para que la Argentina dé respuestas a estas necesidades internacionales, pero también como beneficio del país en el término de ingreso de divisas", explicó.