27/12/2013

Sigue preocupando la sequía

La situación climática es más grave de lo esperado, ya que no se pronostican grandes lluvias en enero. El impacto será mayor sobre el maíz que en la soja. LA VOZ

Por Pablo Adreani
Aunque los mercados de soja y de maíz han cerrado en baja la última rueda del Matba el lunes pasado, previo a la Navidad, los operadores están muy preocupados por el comienzo y la extensión de una sequía que en cierta forma los toma por sorpresa.

Los maíces sembrados tempranos están comenzando la etapa de floración, polinización, una de las más críticas en cuanto a necesidades de agua y temperaturas extremas.

Sucede que en estos momentos, en casi todo el país se están produciendo temperaturas máximas extremas y las temperaturas mínimas están muy elevadas. Esta situación, de no producirse lluvias frecuentes impide que los cultivos logren recuperarse e impide que el perfil de humedad del suelo se pueda recomponer.

De no producirse lluvias en forma inmediata debemos comenzar a descontar pérdidas irreversibles en los cultivos de maíz temprano.

Esto provocara una caída en la producción y en la oferta de maíz temprano, en un rango de cosecha de marzo-abril en adelante, provocando un mayor desfasaje entre el ingreso de la nueva cosecha y su empalme con la cosecha anterior.

En este último punto podemos estimar que la demanda de maíz por parte del consumo se podrá extender hasta bien entrada la nueva cosecha, con altas chances de influir en forma alcista sobre los precios del maíz disponible.

El cierre del lunes 23 de diciembre en el Matba indicaba un precio de maíz disponible de 170 dólares/tonelada, mientras que las posiciones futuras nueva cosecha cerraban a 158,5 dólares abril, 157 dólares julio, 157,5 agosto y lo más sorprendente el cierre de la posición septiembre a 158 dólares/tonelada, por debajo del precio del maíz abril en plena cosecha.

Esta situación no es normal que se produzca con tanta anticipación a la cosecha, pues se da en años de sobre oferta exportable, y en la situación actual con la gran incertidumbre climática, sequía mediante, es imposible poder proyectar un nivel de rindes, producción y saldos exportables.

Recuperación
En el caso de la soja también está padeciendo el mismo efecto negativo de las elevadas temperaturas y la falta de precipitaciones.

La soja cuenta con un mecanismo de recuperación muy distinto al maíz, y en estos momentos no se encuentra atravesando su etapa crítica, pero igualmente se pueden observar un significativo atraso en la evolución de los cultivos y en muchos casos ya se detectan menor stand de plantas por mortandad.

A todo esto debemos agregar como sera la evolución de las siembras tanto de maíces tardíos o de segunda, como las sojas de segunda, que en teoría se producen durante el mes de diciembre y parte de la primera semana de enero.

Las lluvias proyectadas para esta provincia comienzan en la primera semana de enero, en forma muy dispersa, pero con un rango de 20-30 milímetros que cubren apenas tres días de evaporación en un día normal de enero.

En conclusión, tendremos nuevamente escenarios de sequía, que varía de acuerdo a cada zona de la provincia en función de las curvas de tendencia proyectadas.

Consideramos que la situación es mucho más grave de lo pensado, pues en el tema climático no se avizoran pronósticos de lluvias excesivas, y por otra parte la ocurrencia de las mismas pueden llegar a resultar tardías y sin el efecto deseado.

Con todo esto bajo análisis las chances de subas en los precios de la soja y de maíz, de la nueva cosecha son muy altas.

Solo una excelente lluvia en cobertura y cantidad puede llegar a frenar lo que se puede convertir en la segunda peor sequía de la década.

Ojala que en esta ocasión los climatólogos se equivoquen o detecten un cambio del actual patrón climático.

*Analista de mercado Director de la consultora Agripa.