06/09/2013

¿Se viene un cambio de modelo agrícola?

Indicadores agrícolas. La baja rentabilidad que hoy ofrece la agricultura obliga a replantear el sistema de producción. Compartir los riesgos con el dueño de la tierra forma parte de la nueva estrategia. Por Pablo Adreani. LA VOZ.

En esta misma columna un mes atrás estábamos anticipando lo que podía suceder con la tendencia futura de los mercados, principalmente en lo que respecta a la soja.

Cuando muchos “analistas” seguían anunciando futuras bajas en los precios de la soja sobre Chicago, nuestra consultora tenía una visión más objetiva basada en un análisis crítico de la realidad y el estudio bien detallado de cada una de las variables que podían impactar en los mercados, principalmente en Estados Unidos. Esta breve introducción es fundamental pues nos llama a la reflexión sobre la continuidad del actual modelo agrícola que imperó en la Argentina en esta última década; o si por el contrario estamos ante un cambio de modelo. La frase inicial también es muy importante pues marca la diferencia entre aquellos productores que están informados y en consecuencia se sienten que están “asesorados”, leyendo la columna semana de un diario o el articulo mensual de una revista especializada. Y los que están “realmente asesorados” por profesionales en la materia.

Como concepto hay que considerar que los mercados no duermen; por ejemplo hoy existe una plaza nocturna que hace que los precios de los grano varíen en forma permanente las 24 horas, y no siempre tienen la misma tendencia que tuvieron en la campaña agrícola inmediata anterior.

En términos conceptuales, el asesoramiento es una herramienta externa que todo productor debería tener incluida como un costo más de producción, toda vez que en la mayoría de los casos su costo es insignificante en comparación con toda la inversión que hay en juego, cada vez que siembra una hectárea.

Los productores deben tomar conciencia que en mercados en “suba” como los que tuvimos en estas últimas tres campañas, es muy fácil tener rentabilidad y creerse que son eficientes.

Diferentes escenarios

Los buenos precios tapan las ineficiencias productivas y la falta de una estrategia comercial acorde con la realidad de cada uno de los mercados.

Esto es lo que ha sucedido con el mercado en estos últimos 5 años; la fuerte suba en el precio de las commodities agrícolas no solamente pudo ocultar las ineficiencias sino que han compensado la inflación en dólares y el fuerte aumento de costos de producción que se han producido en la Argentina; además de la cada vez mayor presión impositiva que afecta al sector.

¿Qué sucede cuando los precios bajan, como está sucediendo en estos momentos con los precios proyectados 2014, tanto para soja como para maíz? En primer lugar, comienzan a aflorar las ineficiencias de cada productor individual; se percibe el aumento en el precio de los bienes y servicios en pesos que siguen la inflación, cuando el dólar se devalúa a una menor tasa; se analizan también factores como el costo del arrendamiento, y todos y cada uno de estos factores pasan a tener una importancia gravitante de forma tal que definen la rentabilidad del negocio agrícola. En definitiva, estamos ante la primera campaña de la última década donde comienza a visualizarse una crisis del modelo, a partir de una “crisis de rentabilidad”. La fuerte suba de los costos de producción medidos en dólares, el aumento de la presión impositiva, el aumento en el costo de los servicios, no pueden ser compensados en esta ocasión por una suba en el precio de los granos. Por la sencilla razón que los mercados para 2014 han tenido una tendencia bajista durante la primavera en los Estados Unidos.

De continuar esta tendencia de precios y aumento de costos de producción en dólares, la agricultura argentina deberá ir necesariamente a un cambio del modelo. Podemos decir que es el fin de la renta de doble piso, donde existía un productor dueño de la tierra, que alquilaba su campo y ganaba 300/400 dólares sin ningún tipo de riesgo. Mientras que aquel productor que trabaja arriesga su dinero terminar la campaña con quebranto económico. Tal como sucedió en muchas zonas afectadas por la sequía o exceso de lluvias durante estas últimas dos campañas.

Para la próxima campaña, en base a los actuales precios de mercado para soja nueva, hay muchas zonas donde incluso en campo propio el cultivo da resultados económicos negativos. Allí el rinde de indiferencia (el necesario para cubrir los costos de producción), es mayor al rinde que puede obtener el productor.

El nuevo modelo agrícola podría estar basado en la distribución de los riesgos y ganancias por partes iguales o de acuerdo a lo que cada uno aporta, algo así como un consorcio de producción. Un consorcio con tres patas, el productor que aporta el campo, el contratista que aporta la maquinaria; y finalmente una consultora de management, que se encargue de los temas legales, impositivos, contables y de mercado. A partir de ahora, el campo debe considerarse como una empresa.

*Analista de mercado. Director de AgriPAC Consultores