Los pronósticos climáticos favorables para los cultivos en Estados Unidos volvieron a golpear los precios agrícolas en el mercado de Chicago. Según el cierre informado por la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), los contratos de soja, maíz y trigo registraron pérdidas significativas al inicio de la semana, reflejando un contexto de alta oferta y menor riesgo climático.
Desde fyo relevaron los siguientes precios del mercado local, en donde hubo una jornada muy tranquila en el mercado físico, mientras que el mercado a término operó en baja, en sintonía con Chicago:
Los futuros de soja cayeron hasta un 1,2%, con el contrato de agosto ubicándose en U$S 373,04, arrastrados por el mismo factor que afecta al maíz: la previsión de lluvias generalizadas que benefician el desarrollo del cultivo en EE.UU. Además, la falta de avances en las negociaciones comerciales con China y la posibilidad de nuevos aranceles a partir del 1 de agosto generan incertidumbre en el mercado.
A esto se suma el escenario de altas perspectivas de cosecha tanto en EE.UU. como en Brasil, lo que mantiene un panorama de oferta abundante y refuerza la presión vendedora.
En el caso del maíz, los contratos también cayeron más de 1%, con el futuro de septiembre en U$S 159,05. El mercado corrigió tras el repunte del viernes, cuando habían prevalecido los temores por posibles olas de calor. Ahora, el regreso de lluvias sobre el Cinturón Maicero durante una etapa clave de crecimiento disipa esos riesgos.
Además, la cosecha de la safrinha brasileña —que avanza con fuerza— y una oferta global proyectada en niveles altos refuerzan el sesgo bajista.
El trigo también operó en baja, con pérdidas de hasta 0,8%. El contrato de septiembre cerró en U$S 199,06, afectado por el avance de la cosecha rusa con buenos rendimientos en la región de Stavropov. Pese a que las exportaciones rusas siguen limitadas, el ingreso de nuevos volúmenes al mercado ejerce presión.
A esto se suman pronósticos de lluvias en regiones clave de Canadá y EE.UU., que también favorecen el perfil de oferta. Ni siquiera el acuerdo de Bangladesh para comprar 700.000 toneladas anuales de trigo estadounidense por cinco años logró sostener los precios.