05/05/2014

Más solo que el trigo en época de siembra

El Gobierno decidió hacer oídos sordos al pedido de las provincias para reducir las retenciones al cereal. Los números no ayudan al cultivo. LA VOZ

Como viene ocurriendo en los últimos años, para esta época, el Gobierno se acuerda de que el trigo necesita ayuda; pero siempre, por intención u omisión, los beneficios se quedan a mitad de camino. De esta forma, el cereal va a ingresar en la novena campaña consecutiva con el mercado intervenido. A pocos días del inicio de una nueva siembra, el cultivo de invierno está solo; el único que parece tenderle una mano es el clima.

La relación costo-beneficio. No es satisfactoria. El precio para enero de 2015 (momento de la cosecha) marca un valor de alrededor de 200 dólares la tonelada, casi 50 dólares menos que lo que vale el cereal disponible en la actualidad.

Con ese nivel de cotización, los analistas aseguran que el cultivo está cerca del quebranto. Con un rendimiento de 24 quintales por hectárea en campo arrendado (con un alquiler equivalente a cinco quintales de soja por hectárea), el margen bruto por hectárea es negativo, de acuerdo con un simulador desarrollado por la Bolsa de Cereales de Córdoba para la presente campaña.

El cepo comercial. Sigue siendo el principal déficit que hoy tiene la producción triguera nacional. Pero es también la falencia que se puede revertir con mayor rapidez: con decisión política.

La retención que grava la exportación del cultivo (20 por ciento) es excesiva para un producto que necesita de incentivos para volver a ser visto como un negocio.

El pedido realizado por las provincias de Córdoba, Santa Fe y Buenos Aires al Ministerio de Agricultura de la Nación, de una baja en el impuesto al comercio exterior, no tuvo respuesta favorable.

La solicitud conjunta –la primera que las provincias llevan a cabo desde que rige la intervención comercial sobre el cereal y que pretendía estimular la siembra del grano– ni siquiera fue considerada por el Gobierno nacional.

Es más, la Presidenta defendió esta semana el esquema de retenciones y hasta desafió a quienes promueven una rebaja del impuesto a que expliquen cómo harían para controlar el precio del pan.

Sin embargo, la realidad se ha encargado de desmentir la función de las retenciones como freno a los precios internos. El trigo participa con 11 por ciento en el valor del pan que, en los últimos 12 meses, subió 67 por ciento.

Las sociedades rurales de Buenos Aires y La Pampa manifestaron su “pesar” por la posición del Gobierno de no corregir lo que las entidades consideran es una desastrosa política desarrollada para el trigo y cuyo fracaso está a la vista.

El clima. La humedad acumulada en el suelo, a partir de las generosas lluvias estivales, es la única tentación que hoy tiene el productor para decidir la incorporación del trigo en la rotación agrícola 2014/2015.

Sólo por el protagonismo que impone el clima favorable, el área sembrada apenas crecería 10 por ciento (equivalente a 360 mil hectáreas).