A diferencia de la soja o el maíz, el cultivo, sembrado más temprano, pudo capturar hasta fin de año todas las lluvias sucedidas entre octubre, noviembre y diciembre. Así, consiguió el mejor crecimiento y desarrollo vegetativo y, ahora, con radiación plena, está llenando granos.
Hacia el sur de la región girasolera, el sudeste bonaerense, una de las zonas más productivas del país, la ausencia de lluvias y las elevadas temperaturas relevadas, se augura que solo una de cada cuatro hectáreas sostendrá la condición hídrica adecuada/óptima a partir de ahora.
Productores
En la región oeste y norte del país, los productores se hicieron eco del buen momento por el que pasa el cultivo.
Al oeste, tradicionalmente girasoleros, la oleaginosa está de regresando a sus viejos ambientes. Por entonces, los significativos daños que provocaba la paloma la sacaron de la rotación, a manos de la soja, el maíz y también del maní.
De esta forma, ahora que la plaga bajó su presión y también a fuerza de un manejo de punta, el cultivo está reinsertándose.