24/07/2023

Insumos: preocupa disponibilidad para la gruesa

El campo necesitará de la importación de fertilizantes y fitosanitarios por u$s1.000 millones sólo durante el mes de julio. AMBITO - 24/07/2023
 

Durante un encuentro entre funcionarios de la Secretaría de Agricultura y las cámaras que agrupan a las empresas que proveen insumos en el campo trascendió oportunamente que el sector agrícola suele requerir la importación de unos u$s3.000 millones en fitosanitarios y otros u$s2.400 millones para fertilizantes.

En aquel entonces, se les pidió a los distintos sectores que definieran sus necesidades de importación; sin embargo, más allá del diseño y armado de un cronograma de urgencias, lo cierto es que en la práctica casi no hay ingreso de mercadería o si la hay, es con cuenta gotas. En estas condiciones, no quedan dudas: este será un año con enormes dificultades para conseguir insumos y ya se encienden luces de alerta para quienes diagraman los stocks relacionados con la campaña gruesa.

Del lado de los productores, hay preocupación ya que deberán ser muy eficientes en lo financiero, armar estrategias y ser sumamente competentes en el manejo agronómico del sistema de producción.

Según pudo confirmar Ámbito, la preocupación es latente entre los productores, ya que nadie sabe si efectivamente va a haber productos o si los hay, a qué precios se van a encontrar en el mercado. A estas dificultades se suma la incertidumbre de no saber a qué precios podrán reponer stocks las empresas que importan mercadería ya que sería inminente un anuncio con suba de impuestos a la importación.

En el sector privado confirman que los productores cuentan con stock propio y que algunos ya tomaron la decisión de posicionarse en producto o en grano, es un juego de equilibrio, pero para pasar del peso al dólar hay que hacerlo sólo si conviene y ahí talla fuerte la posibilidad de asegurarse el abastecimiento. Es un escenario distinto al de todos los años, ahora no hay disponibilidad por lo tanto los precios pueden variar en función de si hay o no en el mercado y eso depende directamente de las importaciones.

Un empresario del sector que prefirió mantenerse en el anonimato confirmó a Ámbito que “el diálogo con el Gobierno es continuo” y que “cada empresa pide semana a semana lo que necesita ingresar. Ese diálogo es distinto según la empresa y la liberación es gradual, no hay una certeza clara de cuando van a ingresar los productos”.

Un primer problema radica en que las empresas piden pero no se saben cuándo se les van a autorizar las importaciones, es una situación que cambia todos los días. Si bien muchas en el sector agrícola previeron esta situación y adelantaron importaciones, no habrá suficiente para abastecer a un mercado que por distintas urgencias, demandará una alta cantidad de insumos en un año donde las lluvias acompañarían las intenciones de siembra de los productores.

Problemas en el horizonte

El segundo inconveniente es determinar cómo quedarían los porcentajes de impuestos como el PAIS, que gravan las operaciones de importaciones para quienes requieren de dólares del MULC.

Mientras tanto, la mayoría de las empresas debieron focalizar sus intereses en los productos de mayor renta, puesto que no hay dólares para traer todas las líneas de producto, por ejemplo en herbicidas o pesticidas. En definitiva, muchos proyectan escenario conflictivo para conseguir los insumos denominados “commoditties”, como ocurrió en otras épocas ya sea por alguna problemática a nivel global o porque se trata de productos sobre los que se pone menos interés en el sector empresario porque su rentabilidad al comercializarlos en el mercado interno no es la esperada por ser productos de gran volumen y baja ganancia”.

Ante este escenario, todo indicaría que en lo sucesivo habría mayor interés en la siembra de soja porque es un cultivo más flexible en cuanto a necesidad de insumos versus el maíz. Muchos temen quedar mal comprados en función de lo que vayan a necesitar realmente, ya sea por definiciones económicas o agronómicas.

El que produce en nuestro país tiene una gran experiencia en la búsqueda de la máxima eficiencia agronómica, pero en esta campaña deberá ser un estratega en cuestiones financieras y de política económica. Tendrá que jugar los tres partidos para no quedarse afuera del negocio.