14/09/2012

En la zona núcleo, el alquiler tiñe de rojo los márgenes

En campo propio, el maíz mejora su margen 16%, según el Inta. LA VOZ.

En la zona núcleo de la provincia, la previa de la campaña de cultivos de verano muestra un panorama más promisorio respecto a los anteriores. Las perspectivas climáticas y de precios agrícolas superiores a los promedios históricos, en especial de los cereales, aportan un contexto de mejor seguridad para la producción de soja, maíz, girasol y sorgo.

“El promedio general de márgenes esperados muestra una leve mejora de cuatro por ciento con respecto a los resultados del ciclo pasado para la misma época”, afirma un informe económico del Inta Marcos Juárez. La mejora tiene como abanderado al maíz, cuyo incremento en el resultado es de 16 por ciento, mientras que en el resto de los cultivos la variación positiva es más leve. “La actividad más eficiente es el maíz y, en segundo término, la soja de primera. Si se prioriza el retorno por peso gastado, la soja de primera muestra la mayor competitividad; aunque si se considera el balance de nutrientes de ambas actividades hay una diferencia favorable al maíz”, precisa el informe elaborado por el Grupo de Economía de la experimental.

En campo propio, un maíz con un rendimiento de 91 quintales por hectárea aporta un margen bruto de 3.635 pesos por hectárea; en el caso de la soja de primera implantación, un producción de 35 quintales proporciona un resultado económico de 3.045 pesos por tonelada.

La secuencia trigo/soja de segunda exhibe una competitividad intermedia. A los 26 quintales que aporta la oleaginosa de segunda implantación, con un margen bruto de 2.299 pesos por hectárea, hay que sumarle 918 pesos por hectárea que proporcionan 27 quintales de trigo. El sorgo, con un margen bruto de 2.538 pesos por hectárea para 67 quintales de producción, se deja querer como una opción en ambientes con condiciones de menor calidad de suelo.

Con alquiler, al filo. La ecuación cambia cuando los números se hacen en arrendado. Según el informe, para pagar un alquiler de 18 quintales en la zona, más los costos de producción se requieren 78 quintales de maíz y 33 de soja. La altura de estos pisos muestra la crítica situación que atraviesa el productor que alquila ya que el costo total promedio subió 8,5 por ciento en quintales de maíz y un 23,8 por ciento en quintales de soja respecto a la campaña pasada.

“De este modo, si se considera un pago de alquiler de 18 quintales por hectárea de soja, el costo total en maíz equivale al 86 por ciento del rendimiento medio esperado en la zona y en soja, 94 por ciento, lo cual aumenta el riesgo del productor que alquila en el caso de este grano”, alerta el informe.