14/09/2021

El control de malezas en tiempos de la Niña

Es clave poder posicionar los herbicidas residuales antes de un pronóstico de lluvia. LA NACIÓN

El incremento de la cantidad de biotipos de malezas resistentes ocurrido durante los últimos años obliga a los productores a prestarle cada vez más atención a esta problemática y a diagnosticar de manera precisa qué malezas hay en cada lote. podemos encontrarnos con lotes con alta o baja presión de malezas, pero en base al diagnóstico debemos planificar nuestra estrategia de manejo.
Gramíneas, yuyo colorado y rama negra preocupan principalmente por su expansión y porque ya no responden como antes a los herbicidas mayormente utilizados, como los del grupo de inhibidores de ALS.
En tanto, la pérdida de eficacia de los herbicidas inhibidores de la ppo para el control de rama negra en tratamientos de rescate suma más complejidad a la cuestión. además de la problemática creciente de malezas, se suma a este panorama el pronóstico de año Niña.
Con estos datos debemos analizar y relacionar cómo serán los flujos de nacimientos para poder adecuar los tratamientos, el secado de cultivos de cobertura y las fechas de siembra.
Es clave poder posicionar los herbicidas residuales antes de un pronóstico de lluvia para que éstos se incorporen de manera correcta y comiencen a controlar los flujos de nacimientos. para ello debemos conocer la solubilidad, el Koc – el coeficiente de absorción que indica el grado de retención del herbicida en el suelo- y otras características de los productos que nos permiten saber su comportamiento frente a un año seco. por ejemplo, un herbicida con un Koc bajo y una solubilidad alta te indica que necesita menor cantidad de precipitaciones para que se incorpore. por el contrario, una Koc alta y baja solubilidad no solo indican que necesita más cantidad de precipitaciones para su incorporación, sino que también puede quedar retenido en rastrojo. además de esto debemos conocer sus períodos de carencia ya que la sequía no solo puede afectar su performance sino también modificar su vida media y ocasionar problemas en los cultivos sucesores.
Hay que considerar cada lote como una unidad de diagnóstico individual y dimensionar su grado de complejidad. Frente a un lote de mayor complejidad de malezas, alto banco de semillas y especies, debemos tener en cuenta que no solo vamos a necesitar un herbicida residual de alta eficacia de dos activos o tres activos, sino también vamos a necesitar un tratamiento post emergente. con un herbicida de, por ejemplo, un 90% de eficacia, quedará un 10% de individuos que requerirá otro tratamiento post emergente dentro del cultivo para disminuir su competencia y lograr que no se retroalimente el banco de semillas.
El grado de complejidad de malezas y su banco determinará qué tipo de estrategia vamos a necesitar implementar. Hoy, para disminuir las poblaciones de malezas en cada lote con un manejo sustentable es necesario partir de un diagnóstico particular para, a partir de él, planificar la estrategia recurriendo a la rotación y mezcla de modos de acción, y las prácticas culturales que disminuyen la cantidad de semilla que vuelve.
El autor es gerente de Herbicidas de UPL