El Servicio Meteorológico Nacional emitió el informe correspondiente para el primer trimestre del 2022, en el que se hace referencia a los valores esperados de precipitaciones y temperaturas.
Se observan regiones donde las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos indican diferencias en cuanto a las probabilidades en el pronóstico estacional. En condiciones neutras del Fenómeno El Niño Oscilación del Sur (ENOS) y en zonas sin otros forzantes, se espera que el comportamiento responda a la probabilidad del 33.3% en cada categoría (Climatología).
Pronóstico de las precipitaciones
Según la zona, las precipitaciones se proyectan como inferiores a la normal sobre la región del Litoral, normal o inferior a la normal sobre la provincia de Córdoba y oeste de Santa Fe. Normal sobre el norte del país, cuyo, Buenos Aires, La Pampa y Patagonia. Normal o superior a la normal sobre la región NOA.
Pronóstico de las precipitaciones.
Pronóstico de las temperaturas
Pronóstico de las temperaturas.
Se prevé mayor probabilidad de ocurrencia de temperatura media: (SN) Superior a la normal sobre el sur del Litoral, centro-sur de Santa Fe, Córdoba, Buenos Aires, La Pampa y el norte y centro de Patagonia. (N-SN) Normal o superior a la normal sobre el extremo norte y noreste del país y región de Cuyo. (N) Normal sobre la región del NOA, y sur de Patagonia.
No se descarta la ocurrencia de temperaturas máximas extremas y/o eventos de ola de calor, especialmente sobre la zona central del país y norte de Patagonia. Se sugiere consultar regularmente el Sistema de Alertas por Temperaturas Extremas.
¿Cómo se elabora este pronóstico?
El pronóstico climático trimestral se realiza sobre la base del análisis de las previsiones numéricas experimentales de los principales modelos globales de simulación del clima y modelos estadísticos nacionales, sumado al análisis de la evolución de las condiciones oceánicas y atmosféricas.
El pronóstico que aquí se presenta está basado en un consenso consolidado a partir de esas diversas fuentes. Las acciones tomadas o dejadas de tomar en función de la información contenida en este boletín son de completa responsabilidad del usuario.
Participan de este análisis profesionales del Servicio Meteorológico Nacional (SMN), del Instituto Nacional del Agua (INA), de la Cátedra de Climatología Agrícola de la Facultad de Agronomía (UBA), del Departamento de Ciencias de la Atmósfera y los Océanos (DCAO – UBA), personal del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), de la Autoridad Interjuridiccional de las Cuencas de los Ríos Limay, Neuquén y Negro (AIC), del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET), de la Subsecretaría de Recursos Hídricos de la Nación (SSRH), y de la Comisión Regional del Río Bermejo (COREBE).
Cómo están la soja y el maíz
Las lluvias del primero de enero no fueron suficientes para el maíz. El temprano sembrado en las provincias de Santa Fe, Córdoba, Entre Ríos y Buenos Aires está en una situación muy delicada: en la franja este del país se confirman pérdidas de rindes que van del 20 al 40%.
Los cultivos de Argentina están atravesando una tormenta perfecta: cada variable parece haberse alineado para poner contra las cuerdas a la soja y al maíz. Dos semanas atrás Argentina tenía excelentes chances de volver a tener una campaña récord de maíz (superando por primera vez los 56 millones de toneladas y acercarse a los 50 millones de toneladas en soja).
Pero en los últimos 15 días del 2021 hubo un cambio drástico, explicó en su informe la Bolsa de Comercio de Rosario. las lluvias que acompañaron casi semanalmente se cortaron y comenzaron a trepar las temperaturas hasta superar los 40°C. A eso se suma el problema de atravesar el verano con una “Niña” de fondo que si bien es leve, está montada sobre la del año pasado. Encima hay un centro de alta presión posicionado en el centro del país que juega en contra de que se produzcan lluvias importantes.
Lo que advertían los ingenieros en setiembre se hizo realidad: sin agua en los niveles profundos del suelo, 15 días de calor y sin lluvias bastaban para poner en jaque a la campaña gruesa. Otro factor que también juega en contra es que hasta mediados de diciembre los cultivos estaban con excelentes tasas de crecimiento vegetativo por lo que se habían logrado plantas de gran tamaño que aceleraron aún más la desecación de los perfiles.