La mancha en red (MR) constituye una de las principales enfermedades de los cultivos de cebada del Cono Sur. En la Argentina, la MR aparece en todas las regiones donde se cultiva este cereal y, desde los primeros estadios fenológicos, provoca pérdidas de rendimiento estimadas en un 20% en promedio. Entre los componentes más afectados se encuentran el peso de los granos y el número de granos por metro cuadrado. El patógeno causante de la MR también causa la disminución del extracto de malta, lo que afecta la calidad maltera para la producción de cerveza.
El uso de fungicidas es una práctica muy común y recomendada en lotes donde la enfermedad ya está presente alcanzando un nivel de daño que justifique el control químico. Como sucede con el agente causal de la mancha amarilla (Pyrenophora tritici-repentis), la aparición de cepas de Pyrenophora teres (Pt, agente causal de la mancha en red de la cebada) resistentes a diferentes mecanismos de acción, constituye una preocupación mundial que requiere inmediato abordaje.
Actualmente, los ingredientes activos (i.a.) fungicidas disponibles y en uso en la Argentina para el manejo químico de enfermedades de la cebada incluyen mezclas de i.a. inhibidores de la quinona externa (QoI) (químicamente estrobilurinas), inhibidores de la desmetilación (DMI) (químicamente triazoles) e inhibidores de la succinato deshidrogenasa (SDHI) (químicamente carboxamidas).
A lo largo de los años, y debido al aumento de la presión de enfermedades foliares, el número y la frecuencia de aplicaciones con mezclas de QoI + DMI y de mezclas con SDHI ha aumentado considerablemente.
Si bien el aumento del uso de fungicidas ocurrió en todas las moléculas descriptas, el uso de las carboxamidas en cebada merece una discusión especial. Desde el resurgimiento de epidemias destructivas de Ramularia collo-cygni (Rcc) en 2012, las moléculas SDHI con alta eficiencia de control de este patógeno, empezaron a ocupar un lugar privilegiado dentro de los programas de control químico en cebada.
De esta forma, el lanzamiento de carboxamidas en mezclas con otros principios activos siguió un progreso ininterrumpido: isopyrazam (2012), fluxapyroxad (2014), bixafen (2015) y pydiflumetofen (2019). El tratamiento de semilla con carboxamidas comenzó en 2011 con sedaxane en mezclas con otros fungicidas. Posteriormente, desde 2017, la mezcla de fluxapyroxad en mezcla con triticonazole comenzó a ser el principal protagonista de la mayoría de las hectáreas de cebada sembradas, con resultados exitosos en el control de varios patógenos de cebada transmitidos por semilla, entre los cuales se incluyen a Pt, Rcc y Bipolaris sorokiniana.
Síntomas
Durante las últimas dos campañas agrícolas, numerosos lotes mostraron síntomas de MR con inesperados y altos niveles de severidad foliar, a pesar de haber recibido hasta 2-3 aplicaciones con fungicidas incluyendo estrobilurinas, azoles y carboxamidas en su formulación. Inmediatamente se planteó la hipótesis de la pérdida de sensibilidad de cepas de Pt a las moléculas involucradas.
Con el objeto de confirmar la etiología de las manchas y la posible pérdida de sensibilidad de los patógenos involucrados a los fungicidas, se procedió a muestrear plantas representativas de cada lote objeto de sospecha. Los resultados de la incubación arrojaron la esporulación de Pt en síntomas típicos de MR en todas las muestras recolectadas.
Como resultado del muestreo se obtuvieron 17 aislados provenientes de las siguientes localidades de la provincia de Buenos Aires: Balcarce, Orense, Mones Cazón y campo experimental Fauba y Bigand de la provincia de Santa Fe.
De acuerdo a las características morfológicas y a los análisis de identidad molecular (secuenciación en la región ITS) se confirmó que todos los aislados corresponden a la forma P. teres forma teres.
Confirmación de resistencia a carboxamidas
Para evaluar la sensibilidad a fungicidas y discriminar como primer paso entre cepas resistentes y sensibles, se realizó un ensayo exploratorio. Para evaluar el porcentaje de germinación, como indicador de la sensibilidad a los fungicidas evaluados, doscientos conidios de cada aislado fueron sometidos a las concentraciones de 0, 0.1, 1 y 10 ppm de pydiflumetofen y fluxapyroxad. El ensayo se repitió una vez (cuatrocientos conidios evaluados). Se incluyó una cepa sensible del año 2008, proveniente de San Pedro, Buenos Aires, que nunca fue expuesta al uso de carboxamidas en el cultivo de cebada.
Todos los conidios de la cepa sensible fueron inhibidos por ambas moléculas en un 100% a partir de 0.1 ppm, demostrando la alta fungitoxicidad de las carboxamidas antes de su uso en la Argentina. Contrariamente las cepas 11, 15 y 21 presentaron un 100% de germinación de todos los conidios incluso hasta 10 ppm de ambas carboxamidas, demostrando resistencia de laboratorio de estas cepas a ambas moléculas. Estos datos son coincidentes con la resistencia “de campo” observada durante el monitoreo de los lotes con falta de control de la MR.
El resto de los aislados mostraron un gradiente de germinación, en función de las dosis y moléculas evaluadas indicando, en algunos casos, una reducción significativa de la sensibilidad en comparación con la cepa salvaje.
Los estudios de secuenciación de la enzima succinato deshidrogenasa (SDH) en todos los aislados determinó una amplia variedad de mutaciones que afectaron a las subunidades B, C y D de la mencionada enzima. La cepa sensible no presentó ninguna mutación en las tres subunidades secuenciadas. Estos resultados confirman la resistencia observada a campo y en laboratorio. La resistencia se detectó en ambas moléculas carboxamidas evaluadas, a pesar del poco uso de una de ellas, indicando claramente un caso de resistencia cruzada que deberá ser analizada para futuras decisiones.
Confirmación de la resistencia a estrobilurinas
Todos los aislados evaluados fueron resistentes a las tres estrobilurinas evaluadas (azoxistrobina, trifloxistrobina y piraclsotrobina), presentando elevados porcentajes de germinación de conidios a todas las concentraciones evaluadas (0.1, 1 y 10 ppm). Pyraclostrobina inhibió en promedio el 100% de la germinación a 10 ppm, a diferencia de las otras moléculas QoI. Sólo la cepa salvaje (de baja exposición a fungicidas) mostró inhibición total aun en la dosis más baja evaluada (0.1 ppm).
Los estudios moleculares no detectaron las mutaciones G143A (esta mutación nunca fue encontrada en Pt), ni F129L en el gen mitocondrial citocromo b (cytb). Se continúan los estudios en búsqueda de otras mutaciones o mecanismos de resistencia.
Confirmación de resistencia a cyproconazole
Tres aislados fueron completamente insensibles al cyproconazole en dosis de 0.01, 0.1, 1, 10 y 100 ppm, demostrando la perdida de fungitoxicidad a este triazol. El resto de los aislados mostró un gradiente de inhibición a las dosis de cyproconazole, pero evidenciando una notoria pérdida de sensibilidad a este i.a., con EC50 elevadas.
En contraste, la cepa salvaje fue completamente inhibida a dosis bajas de esta molécula (EC50 < 1 ppm). Los tres aislados resistentes al cyproconazole, resultaron completamente sensibles a epoxiconazole, prothioconazole y propiconazole. Por lo tanto, estos triazoles continúan siendo i.a. efectivos para el manejo de la MR. Se continúan los estudios moleculares para determinar la causa de resistencia o pérdida de sensibilidad a este grupo de fungicidas.
¿Por qué está ocurriendo la resistencia a fungicidas de cepas de P. teres en la Argentina? ¿Qué debemos hacer? Causas y recomendaciones:
En la Argentina es necesario respetar el máximo número de aplicaciones de carboxamidas por campaña recomendado por la FRAC. Este máximo es de dos aplicaciones por año, considerando al tratamiento de semillas como si fuera una aplicación de ese máximo. Asociar las carboxamidas con otras moléculas de diferente mecanismo de acción pero similarmente eficientes para controlar P. teres en semilla.
Acompañar a los fungicidas foliares conteniendo carboxamidas con azoles efectivos, como por ejemplo epoxiconazole, prothioconazole y propiconazole, y con alternativas químicas (ej. fungicidas multisitio, inductores de la resistencia, fosfitos, moléculas bio-racionales, etc). No dividir una misma dosis recomendada en dos aplicaciones y recuerde que existe resistencia cruzada entre carboxamidas.
Los autores integran la cátedra de Fitopatología de la Facultad de Agronomía de la Universidad de Buenos Aires
Marcelo Carmona y Francisco Sautua