Las fábricas argentinas de tractores y sembradoras, que perdieron entre el 30 y el 50% de sus ventas, aguardan una recuperación en la próxima cosecha. | Walter Giannoni . LA VOZ
La esperada reactivación para principios del año próximo de la industria de la maquinaria agrícola de Córdoba, cuyas ventas se desplomaron en el segundo trimestre, fue motivo ayer de dudas, durante una disertación que el economista Carlos Melconian realizó en esta capital ante un centenar de empresarios del rubro.
“El sector sabía que 2012 iba a ser duro, pero creemos que hemos llegado ya al final del desierto, porque hemos tenido muy buenas lluvias, se puede iniciar con comodidad la cosecha gruesa y los precios de los granos a futuro son muy buenos”, entendió Alberto Gaviglio, presidente de Afamac, la asociación que nuclea en esta provincia a las industrias del sector.
Según el Indec, en el país, la caída de ventas fue del 20,7 por ciento en el primer trimestre comparado con igual período del año pasado. Pero sectores clave de esa industria verificaron un freno mucho mayor. En el caso de las sembradoras (Córdoba cuenta con varias fábricas) la disminución fue del 48,35 por ciento. Los tractores de origen nacional, asimismo, perdieron 30 por ciento de sus ventas.
Los fabricantes argentinos, que aguantaron el semestre sin grandes modificaciones en sus plantillas de personal, esperan con expectativa el resultado de la próxima cosecha gruesa, en febrero o marzo de 2013, para ver si la demanda les permite recuperarse.
Pero ayer, durante una conferencia organizada por Afamac y Standard Bank, Melconian se permitió dudar de esa posibilidad al asegurar que el contexto económico dominado por la desconfianza condiciona la recuperación de la inversión, aun cuando los números del sector sean positivos.
El economista insistió en descartar de plano cualquier crisis económica al estilo Rodrigazo, hiperinflación o debacle 2001-2002, pero advirtió que el año terminará con crecimiento cero, inflación al 25 por ciento y una fuerte pérdida de confianza, motivada por “soluciones heterodoxas inadecuadas”.
Entre ellas, Melconian ubicó el control de cambios y de las importaciones, la mayor emisión monetaria, la utilización de reservas y la expropiación de YPF, medidas sólo aplicables “en el planeta Marte”, ironizó.
En esa línea, argumentó, el productor agropecuario, aun cuando consiga mayores rindes y mejores precios, terminará sentado arriba de los granos frente al dilema “¿vendo y qué hago con la plata?”. Los fabricantes esperan que una parte de esa renta se destine a la renovación de equipos, dijeron directivos de Ascanelli.
Gaviglio consideró que el Gobierno podría apoyar al sector mediante la efectivización de los reintegros de distintos impuestos. “Muchas empresas tienen 10 meses de sueldos a cobrar en manos del Estado”, remarcó el directivo. Sólo a 13 empresas, les adeuda 180 millones de pesos, trascendió.
Cuatro crisis, cuatro
Cambiaria. Generada por una salida de capitales 52 meses consecutivos. Salieron 80 mil millones de dólares. El Gobierno respondió con corralito al dólar.
Fiscal. El agujero fiscal alcanzó los 76 mil millones de pesos en 2011, el cuatro por ciento del PIB. Se financió en un 85 por ciento con emisión y uso de reservas.
Energética. El deterioro del balance comercial llevó al país de superavitario a deficitario en dólares. Llegará a seis mil millones en este año. Expropiación de YPF e intervención del petróleo.
Competitividad. El salario real privado supera en 36% a la inflación. El tipo de cambio subió 61% en seis años. El Gobierno no adoptó medidas para mejorarla.