Más de 1.300 personas copan el congreso. PUNTO BIZ
Con más de 3,500 personas registrados, siete conferencias en simultáneo en 7 salones que rebalsaban de gente, casi 1,500 visitantes online y más de 60 empresas en el hall central, arrancó ayer el XX Congreso de Aapresid.
La cumbre de los productores líderes en innovación productiva, uso de tecnología y nuevas formas de organización empresaria -que se hace hasta el viernes en el salón Metropolitano- sirvió de tribuna para que productores, analistas y empresarios coincidieran en apoyar lo que consideran el intento del gobierno nacional de sancionar una nueva ley de semillas que proteja las patentes y la voluntad oficial de apurar el ingreso comercial de nuevos eventos biotecnológicos que prometen mejores rendimientos y más protección para los cultivos.
No obstante, también puso en blanco sobre negro el reclamo de los empresarios líderes del agro al gobierno por mayor seguridad jurídica, competitividad cambiaria, menor presión fiscal, obras de infraestructura y menor intervención comercial en los mercados. Pero, por sobre todas las cosas, previsibilidad normativa. Y eso no fue casual: ayer arrecieron rumores sobre cambios en la política para el biocombustible y los mercados de futuro (ver la sección “en off”). También se criticaron las restricciones a las importaciones, pero hubo coincidencia de que al menos en insumos para el agro (semillas, fertilizantes) no hay faltantes de stock
La recorrida que hicieron el secretario de Agricultura, Lorenzo Bassó, y del subsecretario de Valor Agregado, Oscar Solís, por los pasillos de Aapresid mostró al mismo tiempo que hay más mucho coincidencias técnicas entre gobierno y campo, pero que la llave para superar los puntos en desacuerdo no están en esa cartera.
Y si bien no se escucharon ni en los paneles ni en las conferencias, predicciones apocalípticas la sensación que reinó fue que las utilidades van en picada -por razones nacionales y no externas, ya que el contexto marco es favorable- y que Argentina está perdiendo la oportunidad de dar un salto en el desarrollo con base en crecimiento de los agronegocios.
“Hay que reconocer que el Ministerio de Agricultura está tomando decisiones firmes para que Argentina no se quede atrás en la incorporación de los nuevos eventos para mejorar rendimientos y protección de cultivos, por ejemplo contra stress hídrico”, señaló a punto biz el presidente de Aapresid, César Belloso
“Vemos en el gobierno la intención de avanzar con una nueva ley de semilla que proteja la patentes de los obtentores de avances. En este caso, la postura retrógrada la tienen algunas entidades rurales que no reconocen que hay que pagar, lo justo, pero hay que pagar el uso de la biotecnología, sobre todo, como en este caso, cuando no se tratan de altos costos y menos para productores sojeros”, agregó -por su parte- Rodolfo Rossi, de la Asociación de Semilleros Argentinos
Por su parte, Gustavo Oliveiro, de la Fundación Producir Conservando, se quejó del gobierno impulsa un Plan Estratégico Alimentario para el 202 con proyecciones de fuerte crecimiento pero, por el contrario, no avanza en la remoción de las trabas que pueden ahogar los auspiciosos pronósticos de crecimiento. “No se trata de aumentar la cosecha sino de ver cómo se llega. Argentina pasó de las 70 M de tonelada a las 100 M por razones de precios y no por tener un esquema económico sustentable. Ellos hablan de las 150 M de toneladas, nosotros nos plantamos en las 130 M de toneladas, pero -por poner un ejemplo- me pregunto: ¿Cómo van a embarcar esa producción si no mejoran la red vial y los accesos a los puertos del Gran Rosario que ahora colapsan en temporada de cosecha gruesa?
Otro tema que se discutió fue la necesidad de una ley de alquileres rurales, que permita asegurar al propietario el debido respeto a su propiedad y renta, y a quien alquila la seguridad de cumplimiento de su contrato. Que éste no sea anualizado para hacer posibles prácticas tales como rotación de cultivos, según zona y ambiente; reposición de nutrientes, para evitar el desfasaje entre la extracción y la reposición por parte de los cultivos; siembra directa, que asegura la mejora de los suelos; manejo integrado de plagas, y otras tantas buenas prácticas agrícola, fueron conceptos que se repitieron en los paneles y las charlas de pasillo.
“En el ámbito de la agricultura sustentable de alta producción, el sector público debe asegurar reglas de juego claras, continuas en el tiempo, que permitan las inversiones privadas, garantizando la seguridad jurídica. Es fundamental que esto se lleve adelante con un lenguaje claro, que no se transforme en una nueva decepción”, dijo finalmente Belloso.