Lo calculó la Bolsa de Comercio de Rosario. Se perderán ingresos por U$S 180 millones en exportaciones. CLARIN

Debido a las inundaciones que vienen sufriendo las provincias de Buenos Aires y La Pampa, la proyección de la producción de trigo para esta campaña se recortó un millón de toneladas. Esto es porque 150.000 hectáreas no lograron sembrarse por excesos hídricos al principio de la campaña y otras 135.000 hectáreas se perdieron por las intensas lluvias que se dieron en las últimas semanas. Lo que significa se perderán ingresos por U$S 180 millones en exportaciones.

​ Estos datos los dio a conocer el informe mensual de Estimaciones de Producción de GEA – Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario .
Entre la superficie que no ha podido implantarse con trigo y la que, habiendo sido sembrada, se ha perdido a causa de los anegamientos en ambas provincias del centro del país, hoy ya sumen 285.000 hectáreas las que Argentina dejará de cosechar con el inicio del nuevo año.

Considerando el rinde tendencial de la última década, que arroja 3,7 toneladas por hectáreas para la provincia de Buenos Aires y 2,5 t/ha en La Pampa, puede estimarse el “costo de oportunidad” (o volumen de producción triguera que ya no podrá obtenerse) en un millón de toneladas, describió la Bolsa rosarina para explicar cómo sacaron los cálculos de las pérdidas.
Éstas, normalmente, deberán ser descontadas del saldo exportable habida cuenta que el uso doméstico del cereal resulta mayormente estable en su abastecimiento, en torno a los 6 millones de toneladas por campaña.
Para dimensionar las pérdidas, debe recordarse que las estimaciones de exportaciones totales de trigo para la nueva campaña rondan los 10 millones de toneladas, por lo que se estaría hablando de un 10% del saldo exportable estimado para la campaña 2017/18, explicó el informe.

Según el Ministerio de Agricultura de la Nación, el valor FOB del grano para buques cargados en terminales argentinas para trigo de la nueva campaña resulta hoy de US$ 180/ton. Con estos datos, estamos en condiciones de estimar que a la fecha nuestro país ha resignado ingresos potenciales de exportación de trigo proveniente de Buenos Aires y La Pampa por un total de más de 180 millones de dólares, siempre que no deban sumarse nuevas hectáreas a la superficie perdida en la zona.

Además, debe sumársele que no es sólo el trigo el cultivo que peligra ya que, por un lado, aún hay productores que luchan por terminar de cosechar los últimos lotes de maíz y, por el otro, a medida que avanzan las semanas y los pronósticos de lluvia se renuevan crece la incógnita por lo que sucederá con la campaña gruesa en estas dos provincias claves para la producción de granos nacional.