Terminó la siembra y el área cubierta fue de 19,2 millones de hectáreas. A pesar de las inclemencias climáticas el recorte productivo no fue tan elevado. AMBITO

La campaña 2016/17 volvió a tomar algo de ritmo durante las últimas dos semanas. Por un lado comenzó a bajar el agua en los campos inundados y por el otro llovió en aquellas zonas donde hacía falta. De esta manera concluyó la siembra de soja que, según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, alcanzaría los 19,2 millones de hectáreas y las primeras estimaciones detallan que la cosecha de la oleaginosa sería 53,5 millones de toneladas, bastante lejos de aquellos temores que indicaban que, debido al mal clima, no llegaría a los 50 millones de toneladas.

"A pesar de las dispares condiciones ambientales relevadas durante las últimas semanas (excesos hídricos y sequía), el 80% de la soja de primera y un 76% de la soja de segunda, mantienen una condición de cultivo favorable", detallaron desde la entidad.

Lógicamente el mercado reaccionó al unísono y la cotización de la oleaginosa bajó en el mercado internacional y en el local. Además las proyecciones de la campaña de soja en Brasil también son favorables. De todas formas, los precios continúan mostrando valores interesantes.

Otro dato a tener en cuenta es que al comienzo de la siembra de soja ya se estimaba una menor área que en campañas anteriores pero debido a que el productor le dio lugar a otros cultivos de verano que no pagan retenciones y presentan buenos precios.

De esta manera, con 19,2 millones de hectáreas sembradas con soja, la caída interanual sería del 4,5%.

A su vez hay otra noticia que trae esperanza a los productores y es que en los próximos días el clima sería favorable para el desarrollo de los cultivos.

En cuanto al maíz, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires detalla que a la fecha el avance de siembra se ubica en 99,3% de un área estimada en 4,9 millones de hectáreas, lo que representa un crecimiento del 27% respecto al ciclo previo.

Finalmente, la cosecha de girasol continúa avanzando a paso firme en el norte y centro del país, hasta el momento el progreso nacional alcanzó el 30,4% de la superficie apta, con un rinde medio de 18,6 quintales por hectárea.

La proyección de producción total se mantiene en 3,5 millones de toneladas, cifra que podría sufrir modificaciones en función de las productividades que se comiencen a registrar durante las próximas semanas sobre los núcleos girasoleros de Buenos Aires.