04/04/2016

Soja: el clima favoreció a los hongos poco comunes en zona núcleo

En este ciclo, los patógenos típicos de un clima húmedo se presentaron con baja presión fúngica e infectaron otros de ambientes cálidos. CLARÍN.



Pablo Losada
La cosecha de la soja de primera avanza a todo vapor en región central del país, beneficiada por la falta de precipitaciones.
Los contratiempos y los perjuicios que pueden ocasionar las lluvias son el tema de este ciclo agrícola, debido a los efectos El Niño.

El área de fitopatología del INTA Pergamino compuso un informe final sobre lo que fue el estado sanitario de la soja de primera dentro del área de influencia de esta estación experimental y durante toda la campaña.

Después evaluar muchos lotes de productores y ensayos, Antonio Ivancovich, especialista del INTA y docente de la Universidad Nacional del Noroeste (Buenos Aires) y Miguel Lavilla, también docente de esta entidad, arribaron a diversas conclusiones sobre la sanidad de soja, las cuales se las contaron a Clarín Rural.

Según ellos, hay tres aprendizajes clave adquiridos esta campaña. El primero, sostuvieron, es que en años más cálidos, como el actual, pueden aparecer en la zona núcleo sojera otro tipo de enfermedades de final de ciclo que normalmente se presentan en zonas más cálidas del país.

Además, agregaron, como consecuencia del primer punto, que el diagnóstico de estas enfermedades puede complicarse por la similitud de síntomas entre ellas.

Y, finalmente, destacaron, como tercer punto, que bajo determinadas condiciones ambientales pueden expresarse a campo problemas de fitotoxicidad por fungicidas (como el caso de los tebuconazoles).

Luego, los expertos pasaron a los detalles, de acuerdo a estos tres importantes conceptos.

La incidencia de enfermedades foliares de fin de ciclo en soja estuvo dentro de “normal” para un año húmedo, señaló Ivancovich, aunque, aclaró que, “en determinado momento de la campaña, en la que se presentaron condiciones térmicas estresantes para el cultivo, similares a las del norte del país, preponderan enfermedades que no son comunes en nuestra región”.

Los especialista calificaron de esta forma la campaña ya que la incidencia de la mancha marrón (Septoria glycines), una enfermedad muy común en lotes con alta repetición de soja y un ciclo climáticamente húmedo, fue intermedia, no acorde a lo que se esperaba.

Ivancovich explicó que se esperaba “muy alta incidencia de esta septoriosis, teniendo en cuenta la condiciones ambientales favorables al comienzo de estado reproductivo de la soja, pero luego, con la falta de lluvias por dos o tres semanas en ese mes, se frenó el progreso de esta enfermedad. Resurgió al final de la campaña, durante llenado de granos, una instancia en la cual tiene bajo impacto sobre el rendimiento del cultivo”.

Sí los sorprendió, destacaron los especialistas, de acuerdo a lo que contó Ivancovich, otras patologías como la presencia de mancha anillada (Cercospora melonis) o antracnosis (Colletotrichum spp), enfermedades habituales en el norte del país.

En el primer caso, dice el experto, la enfermedad estuvo más asociada a condiciones de estrés térmico e hídrico que se presentaron en enero cuando no llovió y mostró medianos niveles de severidad en la zona de Pergamino y Chacabuco.

Por otra parte, Ivancovich también destacó la mayor incidencia y severidad de la antracnosis, no detectada en años anteriores, una patología que afecta tanto el rendimiento como la calidad de los granos en la precosecha de la oleaginosa.

Según el experto, estas dos últimas enfermedades son manejables mediante decisiones como la utilización de cultivares resistentes y libres de los patógenos, la rotación de cultivos o la aplicación de fungicidas.

Además, comentó se presentaron otras enfermedades para destacar como los tizones, cusados por dos hongos diferentes. Uno fue el tizón de la hoja (Cercospoera kikuchii) y la otra producida por Phyllocticta, patógeno que proliferó por la ventana de estré hídrica y térmica antes mencionada.

Fitotoxidad
Ivancovich, coincidente con lo que sostienen otros expertos, observó durante esta campaña muchos síntomas de fitotoxicidad que, según él, eran atípicos en esta zona de noroeste bonaerense.


El especialista cuenta que los síntomas por esta problemática se asemejan a lo de la “muerte repentina”, ocasionada por un complejo de hongos del suelo, sin embargo, solo se observan en hojas superiores y ningún síntoma en raíces.

De acuerdo a Ivancovich, en un ensayo que llevaba a cabo sobre fungicidas, en la zona de Pergamino, los síntomas de la fitotoxicidad estaban asociados a los tratamientos hechos con funcigicas a base de tebuconazole.