12/01/2021

Sin enfermedades y con alto contenido de proteína y gluten: con qué calidad cerró la campaña el trigo del centro

En total se muestrearon 70 acopios y cooperativas, en un ciclo que estuvo muy marcado por la sequía. AGROFY NEWS
 

Desde hace 34 años, el personal del Laboratorio de Calidad Industrial y Valor Agregado de Cereales y Oleaginosas del INTA Marcos Juárez, Córdoba, realiza un relevamiento en acopios y cooperativas de la región central del país con el objetivo de conocer la calidad de cosecha de cada año.

Con centro en la ciudad de Marcos Juárez se tomaron muestras en las principales localidades del Sur de Santa Fe (S Sta. Fe), Sudeste de Córdoba (SE Cba) y Norte de la provincia de Buenos Aires (N Bs. As) que corresponden a la subregión triguera II N y en el centro-sur de la provincia de Córdoba perteneciente a la subregión V N. En total se muestrearon 70 acopios y cooperativas.

Entre las conclusiones, destacan que la cosecha 2020/21 presentó una merma considerable de la producción  debido principalmente a las condiciones de estrés hídrico y heladas, sin la incidencia de enfermedades.

A partir de los resultados obtenidos, el INTA Marcos Juarez destaca que la calidad comercial e industrial del trigo en la región central del país fue de buena a muy buena:

  • El promedio de PH para el relevamiento fue de 77,56 kg/hl correspondiente a trigo Grado 2
  • Se destaca en esta campaña el alto contenido de proteína y gluten, con valores de proteína próximos a 13,0 %
  • La fuerza panadera (W) fue alta, aunque con masas extensibles. La masa presentó estabilidad y se obtuvieron buenos volúmenes de pan.

 


El resultado productivo del cultivo de trigo en la región central norte en esta campaña estuvo afectado por la baja disponibilidad de agua durante el ciclo (por ejemplo, en Marcos Juárez no llovió durante mayo, junio, julio ni agosto y sólo se registraron 25 a 30 mm en la primera semana de septiembre), y por la ocurrencia de heladas intensas que dañaron el cultivo hasta pocos días antes de la espigazón.

Este marco ocasionó pérdidas irreversibles en algunos lotes cuyos productores optaron por realizar un secado anticipado del mismo. Mientras que en los lotes que completaron su ciclo, el resultado fue muy dispar, en función del agua útil almacenada a la siembra, disponibilidad de nitrógeno, manejo de la fertilización y también los cultivares utilizados que mostraron diferente tolerancia a frío en pasto.

En este sentido, el resultado final fue muy diferente al de las tres últimas campañas (información del Grupo Mejoramiento de Trigo de la EEA INTA Marcos Juárez).

Juan Pablo Iole (7/12/2020) señaló que no es raro encontrar en el sudeste de Córdoba lotes con rendimientos de 1400-1600 kg/ha donde el año pasado rendían 5000-6000 kg/ha, con variación en los rendimientos entre los 800-4000 kg/ha, con una media que ronda los 1500 kg/ha. Situaciones similares fueron reportadas en los distintos acopios y cooperativas de la región central del país durante el muestreo, donde también se informó que algunos lotes tuvieron presencia de grano verde debido a macollos tardíos por daño de heladas en septiembre.

Trigo: situación sanitaria

En cuanto a la situación sanitaria del cultivo en la región central del país, Enrique Alberione señala que las condiciones ambientales de estrés hídrico y bajas temperaturas durante el ciclo del cultivo no resultaron favorables para el desarrollo de enfermedades foliares y menos para enfermedad de la espiga (fusariosis de la espiga).

Se observó el establecimiento y desarrollo tardío de enfermedades foliares como roya estriada o amarilla (Puccinia striiformis) que comenzó a registrarse hacia la segunda quincena del mes de septiembre, en tanto, que roya de la hoja o anaranjada lo hizo hacia la segunda quincena del mes de octubre. En ambos casos el desarrollo epidémico fue lento, registrándose finalmente niveles de infección leves a moderados.

Mancha amarilla (Drechslera tritici repetis) estuvo prácticamente ausente hasta el mes de octubre, momento en que se empezó a visualizar sólo sobre aquellas variedades más susceptibles.

Además, la ausencia de condiciones de alta humedad durante la primera quincena de octubre no resultó favorable al proceso de infección de fusariosis de la espiga (Fusarium graminearum) por lo que la enfermedad estuvo prácticamente ausente.