26/11/2019

Siembras de maíces tardíos: en el Norte y Centro de Córdoba, conviene que sean “tempranas”

El Ing. Emilio Satorre, Esteban Tronfi y el sistema RAVIT –Red Agropecuaria de Vigilancia Tecnológica- aconsejaron que las siembras de maíces tardíos en el Norte y Centro de Córdoba convendría que se hagan en un período más bien temprano, hasta el 10 / 15 de diciembre. AGROVERDAD

Lo que no implica que si las condiciones no se presentan se deban hacer en fecha posterior. Pero “cuánto más tardía sea la siembra, el productor sabe y se confirma a partir de los datos de RAVIT que hay una parte del rinde que se está perdiendo”.
Se fertiliza poco
Por otra parte, hicieron hincapié en que los índices de fertilización en la región son bajos y que, aparte de fertilización nitrogenada, también debe hacerse fertilización fosforada, no obstante que se tenga la idea de no hay deficiencia de Fósforo, porque está comprobada la respuesta que proporciona.
“Los productores en el Norte de Córdoba, por los datos que nosotros tenemos, fertilizan en una proporción relativamente baja”, afirmaron.
Ideas como estas se escucharon y debatieron durante una Jornada sobre Maíz que organizó RAVIT en la Sociedad Rural de Jesus María, con el apoyo de esta entidad, las Facultades de Ciencias Agropecuarias de la UNC y de la UCC, de la compañía UPL y Agroverdad.
Satorre hizo un análisis de los miles de datos que ha recopilado RAVIT en 1,5 millones de hectáreas en la región en la última campaña, que ha permitido reforzar conocimientos culturales o explorar otros nuevos sobre el cultivo de maíz.
Principales conclusiones
El Ing. Satorre le resumió a Agroverdad las principales conclusiones:
-El rendimiento promedio se ubicó en 10.553 kilogramos. En un 10% de los casos se alcanzaron rindes de más de 13.000 kilos mientras que, en el otro extremo, otro 10% arrojó valores de menos de 7.000 kilos. La primera cifra indica el potencial en tanto que la otra habla con elocuencia de que hay que trabajar para levantar ese piso.
-Tomar decisiones pensando en cómo va a estar ese cultivo a los 90 días de la siembra, o sea 15 días de la floración hasta el final del llenado del grano -la madurez fisiológica-, porque es allí cuando se determina la mayor parte del rendimiento. El número de granos que se determina alrededor de la floración es muy importante para los cultivos que aquí se siembran en diciembre: eso comienza a ocurrir en algún momento de febrero y a veces se proyecta durante algunos días de marzo y el llenado se produce durante marzo y se proyecta a veces a abril.
Las condiciones de fin de ciclo son muy importantes para determinar el resultado del cultivo y hay que lograr que el cultivo llegue bien allí.
FECHA DE SIEMBRA
-Entonces, para lograr las mejores condiciones para esos dos momentos, el primer aspecto que hay que tomar en cuenta es una fecha de siembra que no sea demasiado temprana ni demasiada tardía: eso es normalmente desde el 25 de noviembre hasta el 10/15 de diciembre. A partir de ahí cuánto más tardía sea la siembra, el productor sabe y se confirma a partir de los datos de RAVIT que hay una parte del rinde que se está perdiendo fundamentalmente porque esas condiciones de fin de ciclo son levemente peores pero significativas para el maíz.
-Por supuesto hay que lograr una buena calidad de siembra, en cuanto a lograr la densidad que se está buscando, obteniendo una buena uniformidad de siembra, en un cultivo como el maíz que tiene poca plasticidad vegetativa y reproductiva, son elementos fundamentales para asegurar un buen rinde. Esos dos aspectos son importantes a la hora de definir la estructura del cultivo: la fecha de siembra y después la densidad y el arreglo espacial.
FERTILIZACION
-Hay también un aspecto muy importante que es la fertilización porque por lo que nosotros sabemos los productores en el Norte de Córdoba, por los datos que nosotros tenemos, fertilizan en una proporción relativamente baja. Los registros de RAVIT indican que en el Norte de Córdoba un 50% de productores fertilizan con algún fertilizante nitrogenado y apenas un 30% con algún fertilizante fosfatado. Lo que nosotros estamos viendo es que la respuesta, fundamentalmente a fósforo, no obstante de los altos niveles de fósforo que tiene el suelo, son muy importantes para lograr un cultivo que llegue saludable a los momentos en que se comienzan a definir los rendimientos, es decir a partir de mediados de febrero en adelante. Y por supuesto la fertilización nitrogenada, en planteos que son usualmente conservadores en la región pasan a ser bajas y eso con el tiempo ha ido deteriorando la composición de los suelos, reduciendo la capacidad de mineralización de los suelos, porque caen sus contenidos de materia orgánica.
La respuesta a la fertilización nitrogenada sin ser demasiada significativa a partir de los datos que nosotros hemos analizado es una respuesta sensible, directa e indirectamente a la condición del cultivo. Directamente porque una respuesta a la fertilización con Nitrógeno, por cada kilo de Nitrógeno agregado agrega entre 8 y 10 kilos al rinde e indirectamente porque esa fertilización Nitrogenada le permite a la planta que explore mejor al suelo y, nuevamente, hace que el cultivo llegue mejor al final del ciclo.
OTRAS RECOMENDACIONES
-Finalmente, otro elemento que uno aconsejaría no descuidar es la protección de los cultivos, fundamentalmente contra plagas y malezas. Contra malezas casi no hay que decirlo porque se ven pero las plagas pasan muchas veces inadvertidas igual que las enfermedades. Y para las plagas nosotros hemos encontrado en los resultados de RAVIT efectos negativos de gusano cogollero y de isoca de la espiga con pérdidas que son significativas.
-Respecto de lo que es posible alcanzar en una condición de secano, como un buen rinde, en una condición (ambiental) parecida a la del año pasado, y lo que realmente se ha obtenido el promedio de los productores, hay un 50% de esa brecha que está ligada a las cuestiones de estructuras, que involucran al híbrido que se siembra, al momento que se siembra y eventualmente a la densidad. No estamos hablando de elevadas densidades sino de 55.000 a 68.000 plantas como máximo logradas a cosecha. Ese es el rango de densidades adecuado.
-En suma, (al rinde lo define la) estructura de la planta en un 50%; 25% el manejo de la fertilización; y el otro 25 a la protección del cultivo, en parte de la cual puede intervenir la genética o del manejo adecuado de fitosanitarios.

Eteban Tronfi
Por su parte, el Ing. Esteban Tronfi resumió las conclusiones en la siguiente nota: