26/12/2011

Se aleja el fantasma de La Niña: las lluvias traen alivio al campo

La Niña, el fenómeno climático que produce escasas precipitaciones y altas temperaturas, parece dar un leve alivio a los productores. La semana pasada se produjeron precipitaciones en algunas de las localidades de la zona núcleo, situación que podría ayudar a los cultivos. AMBITO FINANCIERO

Según datos de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), las mayores precipitaciones se registraron en la localidad de Pujato, en la provincia de Santa Fe, con 43,2 milímetros, seguido por Alvares con 41,6 milímetros, Rosario con 35,8 milímetros, Zavalla con 32,8 milímetros y Santa Teresa, con 31,8 milímetros. Para el resto de las localidades, en general, los montos fueron inferiores a los 30 milímetros, con acumulados escasos en la provincia de Córdoba, sur de Santa Fe y norte de Buenos Aires.

Con este panorama de lluvias irregulares, se mantienen buenas las expectativas de rendimientos para el maíz en las regiones fa-vorecidas por las precipi-taciones, aunque persisten el déficit hídrico y la urgencia de lluvias en el resto de la zona núcleo.

En el caso de la soja, la situación también es heterogénea, con regiones donde no se observan efectos negativos por sequía y otras donde ha pegado muy duro la falta de agua, lo que, sumado a las altas temperaturas, en general deterioró marcadamente el estado de la oleaginosa, notándose aumento de presencia de algunas plagas y reducción del crecimiento, agregó un informe de la entidad rosarina.

Más débil

Por su parte, el especialista en clima Roberto Seiler aseguró: «La Niña va a ser más débil que en el último ciclo. No estamos frente a un profundo ciclo seco; la presente es una campaña que no permitió una acumulación de agua importante en el suelo, pero tampoco produjo una deficiencia que condicione el desarrollo inicial de los cultivos de verano».

«Hoy estamos ante una Niña débil», aseveró el experto, quien sostuvo que la clave para pensar qué se puede esperar en los próximos meses es analizar cómo se va a desarrollar el fenómeno que generalmente trae menos precipitaciones para la pampa húmeda y una mayor amplitud térmica.

Aseguró que «para el verano no se proyectan temperaturas por encima o por debajo del promedio. Es decir, en los próximos meses se esperan temperaturas normales». Seiler puntualizó que tanto en los pronósticos de noviembre-diciembre-enero como en los de diciembre, enero y febrero, «aparece una proyección de escasez de precipitaciones en todo el país, pero no hay ningún indicio de este comportamiento para el sur de la provincia de Buenos Aires».