Las actuales características propias de la estación estival, están generado condiciones propicias para la proliferación de diversas plagas en los lotes de la región central del país.
Principalmente, en soja se advierte un crecimiento poblacional de arañuela roja y trips; mientras que, en maíz, la oruga cogollera y de la espiga también están aumentando su presencia. La chicharrita, sigue en niveles que no generan alarma pero que obligan a mantenerse atentos.
Este es parte del panorama de plagas en pleno verano en la región central y el sudeste cordobés elaborado por los ingenieros Emilia Balbi y Fernando Flores del INTA Marcos Juárez.
Monitoreo de adultos
La captura de adultos de medidora (Rachiplusia nu) en trampas de luz continúa en niveles medios, sin detectarse aún picos de vuelo, consignó el informe
“Comenzó el registro de individuos de las especies Anticarsia gemmatalis, Spodoptera cosmioides y Spilosoma virginica. Las polillas de Achyra bifidalis se registran en forma constante”, comentaron.
En este contexto, advirtieron que durante “la semana del 19 de enero se produjo un pico de vuelo de adultos de la oruga de la espiga (Helicoverpa zea), que está dando lugar a infestaciones de consideración en maíces sembrados durante la primera quincena de diciembre”.
En soja
La defoliación en soja actualmente es baja, excepto por aquellos lotes en los que la oruga de la verdolaga que estaba consumiendo yuyo colorado se pasó al cultivo, luego de que la maleza se controló con herbicidas.
De esta manera recomendaron que “a futuro, se debe monitorear el complejo de orugas defoliadoras compuesto actualmente por las especies Rachiplusia nu, Spodoptera frugiperda, Achyra bifidalis, Anticarsia gemmatalis, Helicoverpa gelotopoeon y Spodoptera cosmioides,
Estos insectos, “dependiendo del paisaje en el que esté inserto el lote pueden, en su conjunto, alcanzar umbrales de control a futuro”. Por lo que “se recomienda el seguimiento de los lotes y el monitoreo con paño vertical a fines de determinar la población in situ”.
Paralelamente, también en lotes implantados con soja, la población de arañuela se encuentra en crecimiento impulsada por las condiciones de sequía en la que transcurren los cultivos en varias localidades, principalmente en aquellos lotes con suelos overos.
En relación a esta plaga, “cabe recordar que la infestación comienza por la zona basal de los folíolos, y que la formación de tela impide la llegada de los insecticidas a las hojas, dificultando el control, apuntaron los técnicos del INTA Marcos Juárez.
Asimismo, alertaron que la población de trips es abundante en la región central por lo que “se debe monitorear la presencia de adultos y ninfas, recordando que un adulto por folíolo es capaz de desarrollar una población de importancia agronómica cuando las condiciones son favorables (alta insolación, ausencia de precipitaciones)”, indicaron.
En maíz
En cuanto al cultivo del maíz, “como ocurre todos los años, la población de la oruga cogollera crece en los lotes en que se retrasó la siembra de cultivo”, señalaron.
Actualmente, “los lotes que alcanzan el umbral de control del 20% de plantas con daño y presencia de la oruga son los No Bt sembrados a partir de la última semana de diciembre”, describieron.
Desde el INTA Marcos Juárez, informaron que “el día 20 de enero ocurrió un pico de vuelo de adultos de la oruga de la espiga, por lo que se espera que los maíces que estén en floración femenina (antes del secado de las barbas) reciban huevos de esta plaga”.
Reglón a parte para la chicharrita del maíz, que según este informe como así también el 12° 12° reporte de la Red Nacional de Monitoreo de Dalbulus maidis, continúa con muy bajas poblaciones en la región central del país, sin registro en la mayor parte de las localidades.
No obstante, se exhorta a intensificar los monitoreos, y, en caso de ser necesario, evaluar estrategias de control químico para contener el crecimiento de la plaga y mitigar posibles daños.
Girasol y sorgo
Por último, en el caso del girasol, las plagas detectadas durante el período relevado por el INTA Marcos Juárez fueron dos, oruga medidora y chinche diminuta. En ambos casos recomendaron el monitoreo para evitar daños en las plantas que podrían producir potencial pérdida de rendimiento.
En lo que respecta al sorgo, alertaron que la población del pulgón amarillo es la más elevada de los últimos tres años, con gran ingreso de alados en los lotes que se encuentran en estado vegetativo. “Esta situación está produciendo reinfestaciones y aplicaciones reiteradas en la región”, comentaron en el informe.
*Fuente: INTA Marcos Juárez