09/11/2015

Más que la escala, hoy la clave es la combinación de actividades

Expertos recomiendan a los pools incursionar en otros negocios para bajar el riesgo. LA NACIÓN.

Para los pools y grandes grupos de siembra, el cambio de escenario en los últimos años los obligó a replantear su estrategia. Si antes la escala, con cientos de miles de hectáreas trabajadas, aparecía como un reaseguro para el crecimiento, hoy el concepto en torno de la escala está bajo un rediseño importante.

"El negocio ha cambiado y seguirá cambiando. Hoy hay que buscar la escala óptima no sólo en esta actividad, sino cuál es la combinación de actividades que, funcionando sinérgicamente, hace un planteo sustentable, alineando expectativas en función de la realidad contextual actual", expresó a LA NACION Christian Angió, director de Fertilem y ex director de operaciones de El Tejar.

Angió remarcó que para el negocio los márgenes dan neutros o negativos pero que, no obstante, "sumar alianzas" entre empresas que puedan complementarse aparece como una oportunidad para poder "crecer con riesgos acotados".


Para Horacio Busanello, CEO de Los Grobo, las alternativas para que una empresa sea flexible son muchas. "Pueden generar servicios de logística, asesoramiento, aplicación de insumos, etcétera, así como agregar valor a los granos transformándolos y avanzando en el proceso productivo minimizando costos de logística, administrando la presión impositiva y accediendo a mercados más transparentes", opinó el ejecutivo.


En varias regiones, sobre todo las "marginales", la salida de los grandes grupos de siembra generó un cimbronazo en el modelo de producción zonal, en materia de precios de los alquileres y en disponibilidad de capital para producir. En otras, como en la zona núcleo, hubo una especie de aterrizaje suave por tratarse de una región siempre demandada en términos de calidad de tierras.

"Productores y contratistas zonales tomaron esa superficie [que trabajaban los pools]. En algunos campos, los dueños debieron ponerse a producir porque no les cerraban los alquileres y arreglos ofrecidos. Además, la superficie marginal pasó a ganadería y la parte agrícola a agricultura con mejores o peores arreglos. Se produce menos y con menor tecnología", señaló Iván Malianni, operador comercial en el sudoeste bonaerense.


Para Malianni, en esa región, en medio de la salida de los pools de siembra los precios de los campos "bajaron un escalón".

Según Guillermo Aiello, de la firma Alberto L. Marchionni SA, en Hughes y unos 150 kilómetros a la redonda, en Santa Fe, "no se notó tanto" la salida de los pools del mercado de arrendamientos. "En nuestra zona, la mayoría de los arrendamientos están dados por vecinos o pequeños y medianos contratistas que aspiran a producir algunas hectáreas adicionales a las propias", precisó.

Juan Sebastián Pizzi, asesor en el sur de Santa Fe, subrayó que allí la situación tampoco cambió demasiado porque la zona núcleo sigue siendo "la más apetecida" para producir.

"La competencia sigue estando y cuesta cerrar campos a precios interesantes. La mayoría ve a la zona núcleo como segura y esto hace que el precio de los campos baje menos proporcionalmente que otras zonas", explicó, y ejemplificó: "Esta campaña, los alquileres de los campos buenos no han bajado más de un 10 por ciento en quintales, si bien en dólares han bajado más por la caída del precio de la soja".

Pizzi contó, no obstante, que la actividad económica en la zona ha bajado claramente "por una realidad del negocio que no da para más con este nivel de presión impositiva".

Para Entre Ríos, la actividad "bajó fuerte", según consignó Rolf Muller, asesor.

"Al no haber capital, el movimiento esta súper reducido", dijo.

En esa provincia, como en otras regiones, para esta campaña van a quedar campos sin sembrar tanto en el norte como en el sur entrerriano.

"Esta proporción va a ser mucho mayor en el norte de la provincia que en el sur, básicamente por productividad y aumento de costos en control de malezas y fletes. En el norte el negocio es inviable pagando arrendamiento con las condiciones actuales de mercado", opinó Muller.

Según el técnico, allí el nivel de cobrabilidad "bajó enormemente" y los insumos "van todo para mayo" y los servicios se pagan "con plazos largos", en algunos casos parte a cosecha. "Los insumos bajaron algo de precio, pero obviamente no lo que bajó el negocio", concluyó el asesor.