“Esta campaña comenzaron a registrarse daños inesperados de Spodoptera frugiperda o gusano cogollero en híbridos de maíz que expresan proteína Vip3A, una de las biotecnológicas más recientes y eficaces disponibles para el control de esta plaga”, advierten desde la Red de Manejo de Plagas de Aapresid, en uno de sus últimos informes. AGROVERDAD - 12/12/2025
Según informan los técnicos de la entidad, los primeros reportes de daños en híbridos con proteína Vip3A “surgieron en Corrientes, sobre todo en siembras tempranas, y luego se sumaron observaciones en el norte de Santa Fe y en Córdoba”.
El reporte agrega que “las larvas generaron daño visible en hojas y cogollos, y en todos los casos se realizaron las pruebas específicas para confirmar la correcta expresión del evento, descartando fallas en la construcción o en la expresión del evento biotecnológico. El hallazgo plantea una señal temprana de posible merma en la eficacia de Vip3A frente a una de las plagas más relevantes del cultivo”.
Una plaga siempre presente
Hay que tener en cuenta que los individuos resistentes están siempre presentes en las poblaciones naturales, “aunque en baja frecuencia alélica, lo que garantiza la eficacia inicial de un nuevo evento biotecnológico. Sin embargo, la resistencia es un proceso microevolutivo inevitable: no puede evitarse por completo, solo puede demorarse su manifestación mediante la implementación de buenas prácticas de manejo”.
Por lo mencionado, el gusano cogollero es una de las principales amenazas del maíz en nuestro país y en toda América. Se trata de una especie altamente polífaga, capaz de alimentarse de más de 186 especies vegetales, pero con preferencia por maíz, sorgo y pasturas. En condiciones favorables puede completar su ciclo en menos de 30 días, lo que le permite desarrollar varias generaciones por año.

El daño que ocasiona es muy variable y depende del estadio larval y de la fenología del cultivo. Las larvas pequeñas generan raspados y defoliaciones leves, mientras que las de estadios avanzados pueden cortar plántulas, destruir rápidamente el cogollo y perforar tallos y espigas. Cuando las larvas se establecen dentro del cogollo, provocan lesiones características que dan origen al nombre de gusano cogollero.
En campañas secas pueden avanzar hacia el tallo y generar galerías internas que reducen el crecimiento de la planta y, en muchos casos, pueden confundirse con las producidas por Diatraea saccharalis. En espiga, pueden afectar toda su longitud y comprometer la formación de grano (daño directo). Las pérdidas de rendimiento pueden superar el 20-30% en situaciones de alta presión sin control oportuno.
En Argentina la especie ha demostrado una gran capacidad de adaptación, lo que motivó la adopción masiva de eventos biotecnológicos Bt como principal herramienta de manejo.
Proteínas Bt: valiosa, más no infalible
Desde la REM advierten que las proteínas Bt constituyen una herramienta valiosa para el manejo de plagas, aunque no infalible. Los maíces pueden expresar proteínas insecticidas derivadas de Bacillus thuringiensis (Bt) que, al ser ingeridas por las larvas, provocan su muerte.
“Los primeros materiales disponibles incorporaron proteínas Cry1Ab, Cry1Fa y Cry2Ab, que ofrecieron un buen control inicial, pero que con el tiempo y bajo la alta presión de selección comenzaron a mostrar casos de resistencia o pérdida de eficacia”, detallan.
Como respuesta a la pérdida de eficacia de las proteínas Cry en diversas regiones, el lanzamiento de eventos que incorporan la proteína Vip3A (Vegetative Insecticidal Protein) representó un avance clave para el manejo de la plaga.
Sin embargo, la eficacia limitada de otras proteínas en ciertas poblaciones de la plaga llevó a una dependencia creciente y a la rápida masificación de esta nueva herramienta, lo que a su vez incrementó la presión de selección y el riesgo de evolución de resistencias.
Y el reporte indica que “los daños detectados esta campaña en híbridos que expresan esta proteína podrían indicar que dicha ventaja comienza a disminuir. Vip3Aa continúa siendo una herramienta fundamental frente a esta plaga, por lo que la aparición de daños en estos materiales constituye una señal de alerta que requiere atención inmediata y acciones coordinadas entre los distintos actores del sector”.
Claves para un manejo sostenible
Frente a esta situación, se refuerzan las recomendaciones de Manejo Integrado para disminuir la presión de selección, evitar que las poblaciones que presentan fallas logran dispersarse y sostener la eficacia de las herramientas disponibles.
-Cumplir con el refugio estructurado. El refugio (10% del lote sembrado con híbridos no Bt) permite conservar poblaciones susceptibles de la plaga, diluyendo la aparición de individuos resistentes.
-Diversificar el uso de eventos Bt cuando sea posible. Evitar sembrar campañas consecutivas con híbridos que expresen las mismas proteínas Bt. Alternar materiales con diferentes combinaciones de proteínas puede contribuir a reducir la presión de selección sobre un mismo modo de acción.
-Complementar con control biológico y químico racional. La incorporación de productos biológicos, junto con insecticidas selectivos aplicados en el momento oportuno, puede ayudar a reducir la población sin ejercer presión excesiva.
-Manejar la fecha de siembra y el ambiente. Las siembras tempranas suelen escapar a los picos poblacionales de la plaga. En zonas de alta presión, puede ser clave ajustar el momento de implantación para minimizar el riesgo.
-Controlar malezas y rastrojos. El cogollero puede sobrevivir en hospederos alternativos. Mantener los lotes limpios y los rastrojos bien manejados ayuda a cortar su ciclo.
-Monitoreo del lote. El monitoreo sistemático es la base. Identificar oportunamente la presencia de larvas, daños o fallas de control permite tomar decisiones tempranas y evitar la expansión de poblaciones resistentes.
La REM hace énfasis en la importancia de monitorear semanalmente los lotes desde emergencia hasta floración. En el caso de encontrar daños inesperados, se debe registrar y georreferenciar y reportar las sospechas de pérdida de eficacia a técnicos de las empresas responsables para fortalecer la vigilancia colectiva.
“La detección de daños inesperados debe entenderse como una alerta preventiva y una oportunidad. Aún es posible preservar la eficacia de esta tecnología si se actúa en forma coordinada entre productores, asesores, empresas, instituciones y redes técnicas”, cierra el informe.
FUENTE. REM AAPRESID.