Los productores de la zona núcleo decidieron frenar la siembra de trigo. Por el momento, quedó en suspenso. La falta de agua es el principal motivo de esta decisión.
Junio cerró seco y julio arrancó sin lluvias y puso en jaque la humedad de los suelos. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) informó que la zona núcleo ya sembró el 95 % de la superficie estimada de trigo.
Hasta ahora, hay 60.000 hectáreas que están a la espera de humedad óptima. Sin embargo, los pronósticos no acompañan, ya que la primera quincena de julio sería seca por la prevalencia de la circulación sur que evita el ingreso de humedad del norte.
“Hay tiempo hasta fin de mes, pero los agrónomos señalan que se dará por cerrada la ventana el 20 de julio en la región. También coinciden en que no se agregarían nuevos lotes de ciclos cortos a la intención, ni aun lloviendo. Lo que quede sin sembrar con trigo pasaría a soja de primera”, informó la BCR.
El informe destacó que los lotes pendientes están en el sur de Santa Fe, en Pergamino, Buenos Aires, entre otras localidades. “Para terminar dependemos de una lluvia”, dijo un productor del sur de Santa Fe.
En el noroeste bonaerense hubo lluvias aisladas y esos milímetros permitirían concretar la siembra.
Los indicadores reflejaron que faltan 10 milímetros para sembrar y emparejar los lotes de trigo. Por el momento, los lotes implantados están naciendo en muy buenas condiciones.
Para estos lotes también es necesaria agua. “La esperanza de milímetros no se pierde, pero las probabilidades son bajas”, mencionó la BCR.
“En Pergamino explican que la lluvia hace falta para moderar el efecto de las bajas temperaturas y reponer la humedad que se va consumiendo. En Bigand dicen que ‘con la reserva de agua que hay, y si no hubiera más lluvias, sería alcanzable un potencial de 25 qq/ha’”, señala el informe.
En Marcos Juárez aspiran a superar los 35 a 40 qq/ha, mientras que en Carlos Pellegrini hay expectativas de alcanzar el mayor potencial posible por reservas y fertilización realizada.