Necesita más de 100 milímetros, pero el promedio se ubicaría de 10 a 25 milímetros. Fernando Bertello | LA NACION


Pese a que se esperan lluvias para este fin de semana en varias zonas de la pampa húmeda, las precipitaciones serían insuficientes para revertir las pérdidas en la cosecha de soja y reponer la falta de humedad que hoy tienen los suelos.

Con el maíz con un daño ya irreversible en amplias regiones, la apuesta de los productores es tratar de hacer una campaña relativamente aceptable con la soja. En todo su ciclo, la oleaginosa consume entre 400 y 600 milímetros, pero hoy con la sequía en muchos lugares que la sembraron en octubre pasado no se llega ni a la mitad de esos registros.

"El domingo, lunes y martes próximos las lluvias se van a generalizar, pero van a ser muy variables, de 10 hasta más de 100 milímetros", expresó Eduardo Sierra, especialista en agroclimatología. Según Sierra, si bien las precipitaciones van a tener ese amplio rango de variabilidad, "el promedio va a estar en unos 10 a 25 milímetros". Con ese nivel de lluvias, explicó Sierra, "la mayor parte del área agrícola va a seguir con lo justo, viviendo al día".

Un informe el Instituto de Clima y Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) señaló que las precipitaciones "tendrán una gran variabilidad en su intensidad y su localización espacial".

Según Sierra, en la actualidad la pampa húmeda necesita recibir de manera general más de 100 milímetros. "Tendría que llover lo suficiente para reponer las reservas de humedad de los suelos, o sea, unos 150 milímetros por lo menos, y luego tendría que seguir lloviendo en forma abundante", indicó. Para tener en cuenta, si hubiera una lluvia de 50 milímetros eso alcanzaría para un crecimiento normal durante sólo diez días.

Antes que la semana pasada llegaran las lluvias, en gran parte de la pampa húmeda hubo de 40 a 50 días sin precipitaciones.

Para esta campaña, las proyecciones iniciales de producción eran que el cultivo alcanzara los 52 millones de toneladas. Sin embargo, las estimaciones vienen cayendo como en un tobogán. Rodolfo Rossi, un reconocido especialista en el cultivo de soja y miembro de la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja), calcula que ahora la cosecha estará más cerca de los 44 o 45 millones de toneladas. En rigor, según Rossi, la situación en la que se encuentra la soja en varias zonas dificulta que pueda consumir el agua que necesita. Hoy en la etapa reproductiva ese consumo debería rondar los 6 milímetros por día.

"En las condiciones que están muchos lotes ya afectados, principalmente en el crecimiento de la planta, el consumo [de agua] será reducido por que no hay una área foliar [la parte aérea de la planta] que pueda producir esos consumos", explicó el especialista.

EMERGENCIA

Mientras los productores aguardan las lluvias, siguen haciendo estimaciones sobre el impacto económico de la sequía . En Pergamino, la Sociedad Rural local calculó que las pérdidas en esa zona ya superan los 80 millones de dólares. "La región norte de Buenos Aires está atravesando una de las sequías más intensas y prolongadas de las últimas décadas, que ha provocado pérdidas del 60% en la cosecha del maíz y de un piso del 30% en la producción potencial de soja", indicó la entidad.

Pese a los quebrantos de los productores, el Estado igual se llevará de esa región US$ 44 millones en concepto de retenciones.

A todo esto, el gobierno de Santa Fe declaró en situación de emergencia y/o desastre agropecuario a las explotaciones agropecuarias ubicadas en la totalidad de los distritos de los departamentos 9 de Julio, Vera, General Obligado, San Cristóbal, en el norte provincial, y General López, en el sur santafecino.

NUEVA SUBSECRETARÍA

El Gobierno creará en el ámbito del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca otra subsecretaría. Será la Subsecretaría de Valor Agregado e Innovación Tecnológica.

Ayer, en un encuentro con corredores de cereales de todo el país, el ministro del área, Norberto Yauhar, hizo referencia a este nuevo organismo.

Según trascendió, quien quedaría a cargo de esa dependencia es el actual subsecretario de Agricultura, Oscar Solís. La nueva dependencia se ocupará de temas como la generación de valor agregado en origen, la aplicación de biotecnología y la agroenergía.

Allí, un eje central de la gestión oficial será impulsar el armado de empresas que le pongan más valor a lo que ya producen. En varios discursos, la presidenta Cristina Kirchner habló de que el campo debe agregar más valor a su producción.

En tanto, Marcelo Yasky, que actualmente ya trabaja en la Subsecretaría de Agricultura, reemplazaría a Solís al frente de esa dependencia.