07/05/2012

Ganar con la profundidad de siembra

Un ensayo del INTA Manfredi muestra que en maíz a 6 centímetros y con una velocidad de 6 km/h se logra una diferencia de 1370 kilos respecto de otras implantaciones. Por Fernando Bertello | LA NACION


Un ensayo realizado por el INTA Manfredi revela que combinando una profundidad de siembra adecuada con una velocidad óptima en maíz se puede obtener una diferencia en el rendimiento de al menos 1370 kilos por hectárea.

El ensayo se realizó en Manfredi, a 70 kilómetros de la ciudad de Córdoba, sobre un suelo haplustol éntico (serie Oncativo) y típicos (serie Manfredi), de textura franco-limosa, pH ligeramente ácido (6,2 a 6,5) y una baja agregación. Se hizo bajo un círculo de 52 hectáreas con riego complementario y el ensayo ocupó 10 hectáreas.

La siembra, cuya fecha de implantación fue el 30 de septiembre, fue con un híbrido comercial a una densidad de 4,3 semillas/m a 52 centímetros entre líneas, lo que representa aproximadamente unas 82.000 semillas/hectárea.

Según contó Andrés Méndez, especialista del INTA Manfredi, para este trabajo se usó un diseño en bloques de parcelas apareadas con tres bloques con 3 tratamientos de la variable velocidad de siembra a profundidad de 6 cm y dos bloques con 3 cm de profundidad.

En este contexto, como hipótesis de este trabajo se partió de la premisa de que a diferentes profundidades se iban a lograr distintos rendimientos. Además, se consideró el supuesto de que a una mayor velocidad de siembra la sembradora salta más y, en consecuencia, hay una implantación deficiente por el menor copiado del terreno que tienen los cuerpos de la máquina.

En cuanto a los resultados, Méndez explicó: "A 6 cm de profundidad de siembra con 6 km/h de velocidad se logró un rendimiento de 9790 kilos por hectárea. Mientras tanto, a 9 km/h y 6 cm se obtuvo un rinde de 8420 kilos".

Estos resultados indican que hay una diferencia de 1370 kg/ha a favor de la velocidad más baja con 6 centímetros.

Consejos

Según el técnico del organismo, la recomendación a los productores es que "no deberían pasar los 6 o 7 km/h de velocidad de avance de la sembradora y mantener la tendencia de ir a profundidades mayores, como ser 5 centímetros". Para Méndez, es muy importante también tener en cuenta que los diferentes ambientes de suelo pueden generar que la sembradora se levante o se hunda más en el terreno. Por eso, aconsejó, "es bueno tener en cuenta cómo y dónde se regula la sembradora".

En la actualidad existen dispositivos que permiten buscar un copiado más parejo del cuerpo de siembra. "Es importante comenzar a testearlos", expresó el técnico del INTA Manfredi.

Si bien no hay todavía una investigación nacional sobre lo que se perdería por no tener en cuenta una adecuada profundidad y velocidad de siembra, para Méndez hoy al menos se resigna un 30% del rendimiento potencial.

De hecho, a una profundidad de 3 centímetros y una velocidad de 9 kilómetros se perdería aún más rinde que los 1370 kilómetros que aparecen en el ensayo. En concreto, a 3 cm y 9 km se alcanzaría un rinde de 7080 kilos por hectárea, esto es, 2710 kilos menos de los 9790 kilos que se consiguieron con 6 centímetros de profundidad y 6 kilómetros de velocidad de siembra.

Pioneros

En los Estados Unidos, las investigaciones sobre el cultivo y, en particular, en esta temática están a la orden del día.

"Ellos ya están probando diferentes dispositivos con control de profundidad en tiempo real puestos en la sembradora y, además de los sistemas convencionales, también están probando pulmones neumáticos compensados y amortiguadores puestos en los cuerpos de siembra", afirmó Méndez.

Para el especialista, esto último mejora el copiado de los cuerpos y, tal vez, también contribuya a ir más rápido a la sembradora. Todo esto si se mejora, a su vez, la adaptabilidad de los distribuidores de semilla para poder lograr en menor tiempo la siembra de maíz.

En el fondo, esta investigación que combina profundidad de siembra con velocidad de siembra se trata de una vuelta de tuerca más que permite la agricultura de precisión.

En los Estados Unidos, según Méndez, se valora cada vez más la siembra de precisión. "Ellos están a la cabeza de las investigaciones que se realizan en maíz y dicen que un productor preciso es el que se quedará con los campos del productor que no es preciso. Le adjudican casi 3000 kilos por hectárea más de rendimientos a los productores que hacen bien la siembra de los que la hacen mal", concluyó el técnico del INTA.