07/01/2016

Estiman que El Niño mantendrá una fuerte actividad hasta el invierno

La influencia de este fenómeno climático se extendería más de lo inicialmente previsto, según el pronóstico estacional de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires. AGROVOZ


La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundió su Perspectiva Agroclimática Estacional 2015/2016 para el área agrícola del cono sur en la que pronostica que la corriente El Niño “apunta a mantener una fuerte actividad hasta el comienzo del invierno”.

Según el reporte elaborado por el climatólogo Eduardo Sierra, se confirmaron las estimaciones que indicaban que este fenómeno alcanzaría su máxima influencia para la semana de Navidad, lo que se cristalizó, por ejemplo, con el fuerte nivel de lluvias que provocó inundaciones en todo el Litoral.

De todos modos, lo más relevante es que “si bien inicialmente se supuso que, por ser un episodio temprano, la disipación de El Niño sería igualmente temprana, es de temer que su accionar se extienda hasta mediados del invierno próximo. Por esta causa, recién hacia fines del invierno, desaparecerá totalmente su influencia, dando paso a una nueva fase climática”, asegura el informe.

Antecedentes
De esta manera, El Niño 2015/2016 repetiría episodios intensos ocurridos en el pasado, como los de las temporadas 1982/83 y 1997/98, en las cuales se presentaron fuertes crecidas de los grandes ríos hacia el final del otoño y el inicio del invierno.

“Por lo tanto, cabe reiterar que, si bien el presente episodio igualará el vigor de los más intensos observados hasta el momento, es poco probable que se convierta en la catástrofe climática del siglo, como difundieron muchos medios en el inicio de su desarrollo”, puntualiza Sierra.

Recomendaciones agronómicas
El documento menciona algunos aspectos clave para los productores agropecuarios. “El ambiente cálido y húmedo determinado por el fenómeno continuará promoviendo los ataques de enfermedades y plagas y favoreciendo la proliferación de malezas, a la vez que las frecuentes precipitaciones seguirán obstaculizando las labores agrícolas y generando gastos adicionales de acondicionamiento, almacenaje y transporte de la producción”, afirma.

De todos modos, el aliciente es que, si se comporta como todos los episodios de El Niño precedentes, los volúmenes de producción de los cultivos estivales deberían alcanzar valores récord.

Lo que sí ya debe preverse es que “es prudente considerar la posibilidad de que, como en ocasiones anteriores, la ocurrencia de un episodio de El Niño sea seguida por uno o dos episodios de La Niña, el primero de los cuales comenzaría a manifestarse hacia el inicio de la primavera, provocando un cambio abrupto en el escenario climático, al reducir drásticamente las lluvias y causar heladas tardías”.

Verano
A corto plazo, el pronóstico es que durante el verano se observe “un lento debilitamiento de El Niño, que conservará un elevado vigor a lo largo de toda la estación”.

En ese marco, el sur de la Región Pampeana, donde está ubicada la provincia de Córdoba, estaría en el rango de las zonas con precipitaciones moderadas a abundantes, aunque con riesgo de tormentas severas.

“La actividad meteorológica será muy discontinua. Se producirán rachas de tormentas, que se alternarán con lapsos de bloqueo de la circulación, durante los cuales los frentes de tormenta no lograrán pasar, dando lugar a condiciones de tiempo extremadamente caluroso y seco”, estima el reporte que vuelve a insistir, como en ediciones anteriores, sobre tener en cuenta a la Semana Santa (del 20 al 27 de marzo) como posible fecha de ocurrencia de fenómenos extremos.

Otoño e invierno
A mediano plazo, el informe de la Bolsa de Cereales porteña menciona que el “el otoño 2016 mostrará una gradual disminución de los efectos de El Niño, en la mayor parte del área agrícola”, incluida Córdoba.

“Es probable que, a partir del mes de abril, se registren heladas tempranas sobre el sur del área agrícola argentina, las cuales extenderán gradualmente su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay hacia finales del invierno”, subraya como aspecto saliente el documento.

Para el invierno, la estimación es que continúe “una gradual disminución de los efectos de El Niño, en la mayor parte del área agrícola, a la vez que se notará un correlativo fortalecimiento de los vientos del sudoeste, que cruzarán la Cordillera de los Andes, produciendo vigorosas tormentas, y extenderán su acción hacia las áreas agrícolas de los países limítrofes”.

En la región pampeana, el este registraría precipitaciones abundantes y, el oeste, escasas. Y la perspectiva agrega: “Es probable que se presente un invierno con heladas intensas y frecuentes, que podrían extender su acción hasta llegar al sur de Bolivia y el sur del Paraguay hacia finales de la estación, continuando hasta mediados de la primavera”.