Lo dice Marco Prenna, presidente de Ciafa, una entidad que agrupa a importantes empresas que fabrican fertilizantes y agroquímicos en el país. CLARÌN.


1- ¿Cuál fue el balance de los mercados de fertilizantes y agroquímicos en 2015?
Este mercado facturó alrededor de 1.200 millones de dólares. En el 2015 hubo una reducción en el uso de fertilizantes y el volumen llegó a los 2,5 millones de toneladas, contra los 3,1 millones de toneladas del 2014. El de fitosanitarios (fungicidas, herbicidas e insecticidas) fue de alrededor de 3.000 millones de dólares. No cayó tanto el mercado debido al crecimiento en el uso de herbicidas, que representa el 70% de los fitosanitarios. Además, en esta campaña se atrasó el alquiler de campos y se tuvo que gastar mucho más en el tema malezas.

2- ¿Cuáles son las expectativas para este año?
En fertilizantes se prevé que se recuperarán los niveles de 2014, que había alcanzado las 3,1 millones de toneladas. Esto se podría dar si pensamos que la superficie de trigo podría superar las 5 millones de hectáreas y en maíz se sembraría un 30% más. Estos son dos cultivos muy dependientes de tecnología. Además, la industria se vería más favorecida si se promulgase la ley de Mejora de Suelos que tiene media sanción de Diputados. Es la pata que falta para incentivar las buenas prácticas agrícolas.

3- ¿Cuál será la relación entre insumo y producto durante este año?
Este será un año de muy buena relación insumo/producto durante el primer semestre. A nivel mundial hay una oferta/demanda que provoca bajas de los precios en los principales insumos, como son los fertilizantes nitrogenados y fosfatados y en los principales productos como glifosato, 2,4-D y atrazina. Esto va a favorecer el uso de tecnología.

4- ¿Cómo evalúan la quita de las retenciones y ROEs y la liberación del tipo de cambio?
Se abre una nueva etapa y el primer gran paso que se ha dado es favorecer claramente al productor agropecuario, que es el corazón de nuestra actividad. Si ellos están bien, hay chances de que nos vaya bien a los sectores vinculados. Y estas nuevas medidas deberían traducirse en un mayor uso de tecnología. Luego de las elecciones hubo un cambio de ánimo y ya se uso más tecnología sembrando más maíz. Pero creemos que el desafío es pensar junto a las autoridades el sector en su conjunto.

5- ¿Qué ejes se deberían trabajar?
Tenemos algunas cosas para trabajar sobre la importación de productos terminados en el rubro de los fitosanitarios, como el glifosato, atrazina, 2,4-D y clorpirifós, que se puden producir en Argentina y a veces provienen de otros países que tienen costos de producción inferiores, sobre todo mano de obra, y beneficios impositivos. No tiene que haber una invasión de productos terminados. Somos un sector clave en la fabricación y provisión de tecnología para la producción agropecuaria.

6- Usted dijo que los herbicidas son el 70% del mercado de los fitosanitarios. Pero ante el avance de las malezas resistentes, ¿el glifosato sigue siendo el principal producto?
En el mercado de herbicida el glifosato representó el 65% en el año 2010, y en el 2014 ya había bajado al 54%, mientras que el 45% restante del mercado fueron productos no glifosatos. Los grupos, según modo de acción que explican el crecimiento, son principalmente los hormonales, los PPO y los ACCase. En estos cambios, la industria local tuvo una capacidad de respuesta muy buena, buscando alianzas con proveedoras de moléculas para fabricarlas localmente.