La nutrición es clave para la sostenibilidad, LA NACIÓN.

Tanto la siembra directa bien manejada, como una adecuada rotación de cultivos, son herramientas clave dentro de los sistemas de producción, ya sea si miramos variables económicas, ambientales o sociales. Pero dependen en definitiva de cómo las manejamos y acompañamos con otras tecnologías complementarias, ya sean éstas de insumos o de procesos.

Por ejemplo, esta claro que un adecuado manejo sanitario de los cultivos, además de los controles químicos en cada cultivo en particular, se puede complementar rotando correctamente los cultivos.

De la misma manera, el manejo nutricional resulta de suma importancia a la hora de mejorar la eficiencia con que se aprovechan los recursos de producción, como es el caso del agua.

En este sentido, la siembra directa ha significado un cambio transcendental en la economía del agua de los cultivos, que a su vez se retroalimenta positivamente con la economía del carbono, si manejamos bien la nutrición y la secuencia de cultivos.

Así, la eficiencia de uso del agua mejora a medida que la nutrición es más balanceada (Ver gráfico). Mejorar la nutrición de los cultivos favorece el logro de mayores rendimientos, que se traducen en mayor aporte de biomasa de rastrojos, sobre todo cuando se incluyen cultivos como maíz y trigo en la rotación.

Un claro ejemplo de interacción positiva entre rotación y el factor nutricional, se observa en la red de ensayos del CREA Sur de Santa Fe, donde se están registrando tendencias a obtener mayores rendimientos en soja, cuando los cultivos maíz y trigo de la rotación se fertilizan con nitrógeno.

El uso adecuado de las tecnologías como la siembra directa, rotación y fertilización balanceada, siempre acompañada de un adecuado manejo y protección del cultivo, resulta en mejores resultados productivos, económicos y ambientales.

En el gráfico se puede observar que las fertilizaciones balanceadas con nitrógeno, fósforo y azufre permiten mejorar los márgenes brutos con promedios de entre 79,7 y 400,7 US$ ha/año, dependiendo de los nutrientes agregados y de la rotación planteada.