08/10/2018

El trigo y el garbanzo gozan, por ahora, de buena salud

Si bien hay diferencias entre departamentos, la condición del trigo en la provincia es 80 por ciento entre buena y muy buena, según la Bolsa de Cereales. AGROVOZ

Los mapas satelitales no ofrecen la mejor imagen para Córdoba, desde el punto de vista meteorológico. En el norte, centro y sudeste de la provincia, por ejemplo, hay puntos críticos con suelos en condiciones desfavorables, desde el punto de vista hídrico.
El escenario comenzó a revertirse a partir de finales de septiembre, cuando las primeras lluvias de la primavera ayudaron a reponer algo de humedad.
“Hubo aportes de hasta 75 milímetros en algunas zonas que contribuyeron a que la sequía comenzara a disminuir”, sostuvo Jorge Ruiz Troccoli, meteorólogo de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Durante un almuerzo con periodistas, organizado por la entidad bursátil, el hidrometeorologista fue el encargado de proyectar cómo se puede comportar el clima durante el próximo verano, a partir de lo que reflejan los diferentes modelos predictivos.
“En la actualidad hay un 70 por ciento de probabilidades de que el fenómeno El Niño se haga presente en esta parte del continente. Con lo que tendríamos lluvias normales a por encima de esos valores”, explicó Ruiz Troccoli.
De lo que no hay precisión es acerca de su intensidad. Los modelos lo ubican en un gradiente entre débil y de intensidad moderada.
Sobre lo que sí hay certeza absoluta es que la campaña no va a transitar por condiciones de La Niña, como sucedió en el ciclo pasado cuando la sequía fue una de la más extrema de los últimos 50 años.
La llegada de El Niño, no obstante, no será tan traumática como la que generó el fenómeno en el ciclo 2015/2016, con inundaciones en varias zonas de la región pampeana, inclusive Córdoba.
Precipitaciones
A partir de lo que reflejan los modelos y el paulatino calentamiento del Pacífico tropical, todo hace prever que en Córdoba las lluvias no faltarían para la etapa final del trigo y el garbanzo y tampoco para la evolución de los cultivos gruesos.
Según Ruiz Troccoli, para gran parte de Córdoba se esperan en los próximos meses precipitaciones dentro de los valores normales a superiores. De acuerdo con los datos históricos para la provincia, durante este mes habría que esperar un aporte hídrico de entre 40 a 120 milímetros; en noviembre, de entre 60 a 140 milímetros y en diciembre, entre 100 a 140 milímetros.
En cuanto a temperaturas, los registros serían con valores “medios normales” en gran parte de la provincia. Para este mes, con valores entre 16°C a 22°C; en noviembre de 18° a 24°C; y para diciembre, entre 22°C a 26°C.
Mientras el clima termina de definir su perfil, la campaña de trigo y garbanzo en la provincia ya está a mitad de camino.
“Venimos de suelos bastantes secos, más allá de que los cultivos exhiben un buen estado. La sequía se irá revirtiendo en la medida de que se acumulen lluvias, como ocurrió en la última semana de septiembre”, precisó Silvina Fiant, directora del departamento de Información agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba.
Mientras tanto, y a partir de la red de colaboradores que tiene la entidad, la información que vienen desde los lotes trigueros es satisfactoria. Si bien hay variabilidad entre los departamentos, el 80 por ciento del cultivo en la provincia se encuentra entre bueno y muy bueno; aunque por los fríos del invierno viene algo demorado en su proceso de maduración.
Los monitoreos reportan hasta el momento una baja afectación de enfermedades, con algo de presencia de pulgón verde, arañuela, mancha amarilla y roya. “Por ahora no afectan a los rendimientos, pero habrá que seguirlas de cerca”, aconsejó Fiant.
El garbanzo, mientras tanto, es el que pide más agua. Los efectos de la sequía se han potenciado en la última semana de septiembre, lo que derivó en que más lotes pasaran de la condición buena a regular. La producción, según la bolsa de cereales local, podría rondar las 116 mil toneladas.