15/10/2025

El boom de cuatro cultivos revive las ventas de un insumo fundamental para el campo

El consumo de fertilizantes se incrementaría un 7% en la campaña agrícola 2025/26 y alcanzaría los 5,1 millones de toneladas, según proyecciones de Fertilizar Asociación civil; el aumento de la producción de maíz, trigo, girasol y la cebada y la baja de precios de los nutrientes impulsan el aumento. LA NACION - 14/10/2025
 

a nueva campaña agrícola comenzó con señales alentadoras: los perfiles de humedad están bien recargados, los precios de algunos de los fertilizantes bajaron y la relación insumo-producto empieza a mostrar signos claros de recuperación. Después de varios años marcados por la sequía y los altos costos internacionales, el sector vuelve a mostrar dinamismo. En este escenario, Fertilizar Asociación Civil proyecta que el consumo total de fertilizantes podría crecer alrededor del 7% respecto de la campaña anterior, consolidando una tendencia de mejora que comenzó en 2024.

No obstante, desde el canal comercial advierten que las compras todavía se mueven con cautela, ya que muchos productores están demorando decisiones a la espera de nuevas bajas en los valores del fósforo y el nitrógeno, una tendencia que también se observa en el mercado internacional.

“Estimamos un crecimiento del 7% en el consumo de fertilizantes respecto de la campaña pasada”, señaló María Fernanda González Sanjuan, gerente ejecutiva de Fertilizar AC. “Es un aumento que abarca todos los cultivos —trigo, maíz, soja, girasol y cebada— y refleja una tendencia de recuperación después de varios años difíciles”, agregó.

Fertilizante
FertilizanteArchivo

Según explicó, este crecimiento está principalmente impulsado por el maíz de primera, un cultivo que demanda una alta dosis de nutrientes. “Si bien el incremento se reparte entre todos los cultivos, el mayor impulso viene del maíz. Hay un gran interés este año, porque los perfiles de humedad están muy bien y el contexto de precios también acompaña”, apuntó González Sanjuan.

En ese sentido, en las proyecciones de producción la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) se estimó que la superficie total de maíz podría alcanzar 9,7 millones de hectáreas, de las cuales 8 millones serían destinadas a grano comercial, frente a 7 millones del ciclo previo. Esto deja un horizonte de 61 millones de toneladas proyectadas, un récord histórico y 22% más que en la campaña anterior. “Esa mayor intención de siembra tiene un correlato directo en la demanda de fertilizantes”, subrayó González Sanjuan.

A este contexto se suma que en el mercado de fertilizantes los precios vienen en baja. Entre agosto y septiembre, los productos nitrogenados bajaron cerca de 8% y los fosfatados entre 4 y 5%. “Esa baja, junto con una mayor previsibilidad en el tipo de cambio y la normalización de las importaciones, genera un ambiente más propicio para que el productor planifique sus compras”, explicó González Sanjuan.

Aunque el volumen total proyectado —unas 5,1 millones de toneladas— aún se ubica por debajo del récord de 5,6 millones alcanzado en 2021, la tendencia es positiva. “Puede parecer un incremento moderado, pero lo importante es que consolida la recuperación. El año pasado ya habíamos visto un cambio de tendencia, y ahora se profundiza”, dijo.

El consumo de fertilizantes había caído a 4,7 millones de toneladas en 2022 y 4,6 millones en 2023, afectado por la suba de precios tras la guerra entre Rusia y Ucrania y la sequía. “Hoy estamos en otra situación: hay humedad, los precios bajaron y el productor tiene más confianza en invertir. Además, hay una convicción agronómica más sólida: cada vez se entiende mejor que la fertilización no es un gasto, sino una inversión para sostener los rendimientos”, agregó.

Desde el punto de vista de la oferta, el abastecimiento está garantizado. “No vemos dificultades en la cadena de suministro. Los inconvenientes que hubo en 2022 y 2023 con los embarques ya se resolvieron. La industria está en condiciones de atender la demanda, y el productor que quiera usar fertilizantes los va a encontrar disponibles”, afirmó González Sanjuan.

El consumo de fertilizantes había caído a 4,7 millones de toneladas en 2022 y 4,6 millones en 2023, afectado por la suba de precios tras la guerra entre Rusia y Ucrania
El consumo de fertilizantes había caído a 4,7 millones de toneladas en 2022 y 4,6 millones en 2023, afectado por la suba de precios tras la guerra entre Rusia y UcraniaDIEGO LIMA - DIEGO LIMA

Según aclaró, los datos de oferta los releva la Cámara de la Industria Argentina de Fertilizantes y Agroquímicos (CIAFA), entidad que nuclea a las principales empresas del sector. “CIAFA es la que sigue más de cerca el panorama de abastecimiento, y no tenemos reportes de problemas logísticos ni de importación”, detalló.

En tanto, Diego Napolitano, presidente de la Cámara Empresaria de Distribuidores de Agroquímicos, Semillas y Afines Bonaerense (Cedasaba), advirtió que el repunte de operaciones todavía no se traduce plenamente en un aumento real de ventas. “Lo que estamos viendo es que muchos productores venían retrasados en sus compras. Entonces, cuando salen a comprar ahora, parece que hay más movimiento, pero en realidad son operaciones que se tendrían que haber hecho antes”, dijo.

De todos modos, reconoció que hay señales positivas. “Tanto el fósforo como el nitrógeno muestran una curva descendente de precios, y eso mejora las condiciones para el productor. Lo que falta es que se consolide la confianza para acelerar las compras. Si eso ocurre, el mercado puede cerrar el año con un buen nivel de actividad”, concluyó.

Según detalló, actualmente lo primero que se está utilizando es el fósforo, y lo que son nitrogenados podría usarse más adelante. “En muchos casos se aplica para recomponer lo que se lavó por las lluvias. Pero en general, todo viene lento, porque el productor está esperando que baje un poco más el fósforo y el nitrógeno, que es lo que también está pasando afuera”, explicó.

El directivo advirtió que esta expectativa choca con la realidad de las empresas que ya compraron esos productos para venderlos en el mercado interno. “Ahí se genera una tensión: el productor espera una baja mayor, pero las compañías ya pagaron ese fósforo a precios más altos. Entonces, hay demoras en las decisiones de compra”, analizó.

Desde Cedasaba advierten que los productores siguen atentos a nuevas bajas de precios.
Desde Cedasaba advierten que los productores siguen atentos a nuevas bajas de precios.

Para Martín Díaz Zorita, consultor, docente e investigador, la mejora en las relaciones de precios y las buenas condiciones hídricas abren una oportunidad para replantear la estrategia de fertilización, pero con una advertencia: los suelos hoy muestran niveles de fertilidad inferiores a los históricos.

“En gran parte de la región agrícola, los perfiles hídricos están en condiciones muy favorables para acompañar un crecimiento normal de los cultivos, pero los indicadores de fertilidad de los suelos son más bajos que los de años anteriores. Por eso es clave intensificar los diagnósticos y que estos sean precisos para actuar en consecuencia”, señaló.

Según el especialista, los recientes mapas de fertilidad elaborados para la región pampeana identifican zonas con insuficiencia no solo de fósforo y nitrógeno, sino también de azufre, zinc y boro, entre otros nutrientes. “Hay que conocer mejor cada caso para aplicar en oportunidad y cantidad adecuada los fertilizantes, de modo que las carencias no limiten el crecimiento normal de las plantas”, advirtió.

Díaz Zorita subrayó que la elección de productos debe basarse en información local validada y en el contexto de cada región. “En estos momentos de oportunidad, pero también de alta necesidad de eficiencia, las decisiones deben sustentarse en datos y evidencias claras”, sostuvo.

En el caso del maíz, recomendó “atender con precisión la expectativa de rendimiento y la incorporación oportuna de nitrógeno y, en muchas regiones, también de azufre”. Para la soja, en tanto, sugirió “no descuidar el diagnóstico de fósforo —a veces acompañado con azufre— y potenciar la fijación biológica del nitrógeno con una adecuada inoculación”.

Por Pilar Vazquez