Fertilizar Asociación Civil hizo un balance de sus 20 años de vida. El diputado Bazrterra anunció que la ley de Suelos tendrá tratamiento a principios de 2015. NAP
BUENOS AIRES (NAP). La aplicación de fertilizantes en los planteos agrícolas de la Argentina permitió incrementar en 35% la producción total de granos, aportando 25 millones de toneladas más a la cosecha, que significaron 9.000 millones de dólares a la economía nacional.
“Esto habla de la importancia del uso de los fertilizantes no solamente respecto de la sustentabilidad del sistema productivo sino de una contribución fundamental para la economía del país”, dijo el presidente de Fertilizar Asociación Civil, Pablo Pussetto, durante la convocatoria que realizó la entidad para conmemorar sus 20 años de existencia, primero como proyecto del INTA y luego como organización independiente.
Cuando nació Fertilizar en 1994, la producción de granos de Argentina era de 40 millones de toneladas y se incrementó en 150% hasta llegar a las 100 mill/tn de la última cosecha; mientras que el consumo de fertilizantes que era de 800 mil/tn pasó a los 3,2 mill/tn (300%) y la reposición de nutrientes se duplicó del 15% al 30%.
“Pero aún tenemos cuentas pendientes –marcó Pussetto- por la baja reposición de nutrientes, la escasa rotación con gramíneas y el modelo de arrendamientos que comprometen la sustentabilidad de los sistemas productivos”.
En este contexto, el presidente de Fertilizar elevó voces de alarma frente a la caída de 24% de la materia orgánica del suelo agrícola. “Significa haber perdido 1% de MO” con importantes desfasajes en los niveles de nitrógeno, fósforo (hasta 70% en la superficie pampeana), azufre y micronutrientes, a lo que se comenzaron a sumar deficiencias de potasio. “Hay que romper un gran paradigma de la Argentina donde creemos tener un suelo fértil. Ahora hay que decir que teníamos un suelo fértil. Esta es la visión que hay que imponer en la sociedad”, resaltó.
Pussetto alentó “un modelo de agricultura sustentable con foco en los aspectos ambientales, económicos y sociales”, en el cual se incluya a los fertilizantes como “la tecnología para mejorar la productividad y preservar los sistemas silvestres”. Resaltó que “si bien hay que pensar en el impacto de la fertilización en exceso, en el caso de la Argentina debemos cuestionar el grandísimo impacto ambiental por la fertilización en defecto: estamos todos los años descapitalizando el recurso suelo”. En cambio, enfatizó que “en los suelos que están bien cubiertos se reducen los efectos adversos de la erosión eólica o de las lluvias”.
Ley de suelos
Respecto del marco legal, el presidente de la Comisión de Agricultura de Diputados, Luis Bazterra (Frente para la Vistoria) adelantó que el proyecto de Ley de Suelos que establecerá la integridad, el balance orgánico y la mejora de los nutrientes “tendrá tratamiento a inicios del año próximo”; además alentó un consenso extendido para su aprobación debido a que el proyecto tuvo “una amplia base de debate”, con participación de entidades empresarias (como Fertilizar), profesionales de la agronomía, productores y organizaciones ambientalistas.
Bazterra destacó la inclusión del concepto de suelo como “capital social que hay que preservar” para el cual el que produce la tierra y debe cuidarla “necesita un ambiente más favorable que el actual, que está bajo las reglas del mercado”. En este orden, propuso que los beneficios impositivos para promover la fertilización alcancen también a los productores minifundistas y de agricultura familiar.